22. Dispuesto a todo

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Sofía hizo un paso atrás pero se encontró con la espalda de Leonardo que, armado, estaba preparado para cualquier orden que le dieran a quienes consideraba sus superiores.

—No se creerán que... —miró a Jonas con desesperación, intentando encontrar en sus ojos la ayuda que necesitaba—. Mi amor... no, mírame, soy tu esposa yo jamás le haría daño a Thalía, ella es tu sangre y te amo ¿Cómo lastimaría a alguien de tu familia? ¿Cómo lastimaría a alguien a quien amas? —Se llevó las manos al rostro con horror—. Mírame Jonas ¡Mírame! Yo no la lastimaría.

Jonas Keegan miró a ambos agentes que le apuntaban con sus armas a su mujer que estaba llorando y temblando. Pero ¿Qué estaba haciendo? Con pasos seguros se puso entre Mateo y el arma que apuntaba directamente a la cabeza de Sofía.

—Baja el arma, Hurtman —le pidió extendiéndole la mano en señal de que no perdiera la calma. Miró a Thalía, rodeada protectoramente por Mateo.

—No me vengas con ordenes Keegan, pertenezco a la elite de seguridad nacional. He trabajado años en este caso, por fin he llegado a donde quería. Ella lo confesó ¡¿Qué más quieres Keegan?!

—¡Baja el arma!

—Y una mierda Keegan esa mujer roba mujeres y niños para prostituirlos ¿Entiendes? ¡Los prostituye! Ha matado a cientos de personas inocentes.

—¡Basta! —gritó Sofía—. Jonas sabe que no es la primera vez que Thalía me acusa de algo así, el ya lo sabe, el ya escuchó que una vez ella me acusó de ofrecerla a unos hombres... yo.

—¡Maldita sea! —gritó Mateo horrorizado que Thali tuviera que pasar por algo así— Se acabó, se acabó todo... Leo puedes detenerla.

Nervioso, tomó el teléfono y llamó a las unidades que estaban prestando servicio de incognito en la policía de Gold River y rápidamente se hicieron cita en el lugar, llevándose a la mujer esposada, ella antes de entrar al patrullero lo miró y le dijo:

—La muerte de Sergey no quedará así, tarde o temprano vas a lamentar el haberlo matado, Hurtman y ¿sabes qué? Como tú me arrebataste lo que más quería en el mundo yo haré lo mismo contigo.

El agente especial la encerró en el auto y miró a Mateo con una expresión seria en el rostro.

—Tu novia va a necesitar protección oficial del Estado. Es testigo de la muerte de uno de los tipos más peligrosos de Rusia y uno de los más buscados por la Interpol.

—Lo sé —dijo Keegan mirando al suelo. Luego levantó la mirada para dirigírsela al hombre que abrazaba posesivamente a su sobrina—. Mateo yo... —pero el agente del FBI lo interrumpió con brusquedad.

—Envíame el equipo especial que Thali se viene conmigo a mi rancho. Jonas, necesitas pedir un informe especial sobre los tipos que supuestamente estabas investigando —ordenó sin mirarlo siquiera mientras la ambulancia que habían pedido llegaba al fin.

—Ya comenzaré con esto —confirmó el otro.

—Leo, necesito que le avises a los de Seal que su colaboración ya no será necesaria, por el momento. Cuando sepamos más sobre las ubicaciones de los antros de mierda eso volveremos a necesitarlos.

—Así será. Cuida de Thali, amigo, sabes que yo estaré para ella siempre y que si necesita de protección puedo ser su sombra.

—Lo sé, Leo, créeme que lo sé, pero ahora ella solo estará conmigo. En el rancho hay mucha protección. Pero tú estás primero en la lista de mis personas confiables... Keegan, arma la valija de Thali, por favor —le pidió.

El tio de la joven salió del gallinero al mismo tiempo que agentes de la policía criminal entraban para estudiar la escena del crimen y otros acompañar al agente Hurtman al hospital.

Hermanos Hurtman #2 "Pecado de amor".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora