32. Rescate desesperado

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El FBI acudió la llamada de Mateo y comenzó a rastrear a la camioneta del agente. A pesar del avance de la tecnología, su rastreo no era fácil y el tiempo corría.

La ventaja era, que los captores de Thali no sabían que Mateo Hurtman era un agente del FBI y eso jugaba a su favor con respecto al tiempo, pero el temor de todos era que ya la hubieran sacado del país, aunque no habia registros de viaje de la tal Grace, siempre se dudaba porque había vuelos clandestinos o bien podrían haber usado documentación falsificada.

Mateo seguía desesperado, pero al menos ahora había algo de esperanza.

Abrío los ojos y se vio rodeada de toneles de madera, había un profundo olor a hunedad, alcohol y fruta rancia, al parecer eran uvas, reconocia el olor a uva, gracias a que una vez su mamá en vida la llevó a un viñedo que quedaba en Napa, California.

El pecho se le oprimió, su mamá estaba viva, no estaba muerta como todos pensaban. Aunque no habia llorado su muerte, ya que no tuvo tiempo para asimilarlo, le dolía la mentira de saber que para su madre era, únicamente, una mercancia, algo intercambiable por bienes monetarios.

-¡Abre los ojos! -le gritaron mientras le arrojaban un cubo de agua helada encima. El agua la hizo reaccionar y se vio atada en una especie de palenque de madera vieja.

No había rastros de sol en el cuarto y el olor a humedad aumentaba por minuto, había alta temperatura tambien y se sentía asfixiada por momentos, parecia ser una bodega o algo así.

-Tenemos que irnos, así que te vas a bañar y te vas a poner ropa sexy y bonita que te tengo que presentar a alguien que te quiere conocer.

Tragó saliva ¿presentarle a alguien? Seguramente algun asqueroso al que se vio sometida en el pasado.

Respiró profundamente intentando llevar oxígeno a sus doloridos pulmones. Tenía que hacer algo para salir de ahí.

-Vamos Thalía que no hay tiempo para nada. Hay avisos tuyos por todas partes ¡Te agarraste a uno con plata eh putita!... Lo hiciste mejor que yo... mucho mejor que yo.

Mateo... Mateo la estaba buscando y eso... Cerró los ojos, intentó calmarse para poder pensar con claridad y ser objetiva, pero, pensar en el le causó un dolor profundo. El debía estar desesperado, pero corría peligro haciendolo, corria peligro buscándola. Tenía que idear la manera de escapar de ese lugar sin poner en peligro a los que amaba.

Se puso de pie con dificultad y sintió mareos, recordó la herida con el pequeño perdigon que le habia hecho y vio que su color no era normal, el bulto indicaba que el pequeño balin seguia dentro. Cerró los ojos intentando calmar su cuerpo.

Estaba luchando contra una infección y se sentía cada vez mas debil. Pero sentía que había algo más en su cuerpo, se sentía débil y mareada.

-¡Apresurare! -exclamó Nuria tomandola del cabello y poniendola de pie, frente al palenque, con una tijera comenzó a romperle el pequeño camison que Mateo le habia colocado la noche de su boda.

La ropa interior olia a humedad y no era de su talla, pero por lo menos la hacia sentir segura y mas vestida; menos vulnerable. Pasó por su cabeza un vestido tubo color rojo que le destacó cada curva de su cuerpo y al cabello se lo peinó hacia atrás. Su rubia melena era demasiado larga y muchos hombres apreciaban eso en una mujer, lo veían como símbolo de feminidad. Su madre no la maquilló ya que no hacía falta y sus labios eran perfectos sin ningún artificio.

-Vamos -la empujó-. Camina Thalía.

Subida en unos tacones de plaraforma de acrilico transparente, subió las escaleras hasta llegar a un pasillo largo de parqué oscuro con algunas obras de arte que las firmaba Faith Costello, la conocía, era una chica de Starville que solía ser muy sonriente, bajita y de llamativos y redondos ojos color avellana, pero hacía bastante no la veía en ningun lugar.

Hermanos Hurtman #2 "Pecado de amor".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora