26. Sin pensar.

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Thalía se sentó en la cama y miró hacia la ventana... Hacia mucho tiempo que no era necesario cerrarla para poder dormir, en ese lugar todo era tranquilo. La puerta se abrió y Nana entró con una bandeja de desayuno...

-Buenos días señorita Thali. El señor Mateo le manda este desayuno.

A la muchacha se le hizo agua la boca al ver la copiosa comida y el humrante café. Todo parecía delicioso y sabía que Mateo lo había preparado para ella porque reconocia la sazón y bueno... La sonrisa de la ama de llaves decía mucho de aquel gesto.

-¿Desayaunara en la cama o en la mesa de la terracita? -preguntó.

-En la terracita -dijo al ver el calido día primaveral del que disfrutaban últimamente y que las flores del jazmin japonés que trepaban y perfumaba su habitación estaban totalmente abiertas.

-Me dijo Mateo que no te podrá acompañar, pero que te verá en el almuerzo. Ahora tengo que llevarle algo a la niña Mina que paso aqui la noche.

-¿Que pasó con ella? -preguntó Thali, mientras se levantaba de la cama sintiendo una llamativa punzada en el bajo vientre.

-No lo sé. Llegó aqui a las cuatro de la madrugada llorando y le pidió a Mateo que le prestara un cuarto... Al pobre cada vez que la ve así se le rompe el corazón.

-Se que es una amistad de muchos años -dijo sintiendo un pequeño piquetito de celos.

-No debe sentirse celosa, señorita. La niña Mina no representa peligro alguno para usted. Ella ama a otra persona.

-Pero esa persona le hace daño -se lamentó la joven.

-Es inevitable. Cuando se ama se sufre.

-Pero a ella la están lastimando a propósito.

-Nadie es tan malo como para lastimar a esa niña. Pero en fin este asunto no es nuestro, ni siquiera del señor Mateo.

La mujer salió de la habitación, pero antes de salir se ahí se asomó a la puerta.

-Me encanta que esté en esta casa, se ha llenado de color desde que ha llegado.

Y de alguna forma la vida de Thalía se habia llenado de color, calor y fuerza, una fuerza de la que no sabía que era capaz, de un buen poder de superación y con amor.

Porque el amor que sentia por Mateo era cada día mas grande, mas profundo y mas... Mas fuerte, pero esa fuerza era caliente, despreocupada... Apasionada, cargada de  sentimientos que no necesitaban ser pensados sinos actuados sin más ni más.

Puso los pies en el suelo y sintió nuevamente esa punzada en el bajo vientre, por lo cual optó por ir al baño que tenía en la habitación, al llegar vio que el periodo había regresado y no pudo evitar sonreír porque los fantasmas que había creado Sofía iban yéndose uno a uno.

Se fijo en su maleta y vio que tenía toallas y tampones para su higiene personal, optó por lo segundo y al fin se sentó a desayunar, cuando terminó se duchó, se secó el pelo y buscó un jean y una camisa vaquera que sabía que tenía por ahí. Un golpe tímido en la puerta la hizo que levantara la mirada y dejara de arrucharsela.

Se levantó de la silla y fue a abrir, Mina apareció ante ella vestida con unos jeans de color negro, unos elegantes zapatos de tacón alto y una camisa blanca que tenía los tres primeros botones desprendidos.

-¿Muy elegante? -preguntó, su rostro maquillado a penas presentaba signos de angustia.

-Estas preciosa ¿puedo saber?

-Una citación por "allanamiento de morada".

-Pero...

-No fue así. Ese tipo quiere hacer cualquier cosa por ensuciar mi nombre... Y la maldita Lola está mas que dispuesta a ayudarlo.

Hermanos Hurtman #2 "Pecado de amor".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora