¡Láncenlos!Nos despertamos antes del amanecer, por culpa de un fuerte ruido. Salimos de las carpas y afuera estaba todo oscuro, a excepción de unas luces que se veían arriba de una casa.
—Aún tengo un poco de sueño, pero vamos allá— dice Joris señalando la casa, Caleb y yo nos quedamos mirándola —¿Qué? Iremos de todas formas, así que vámonos— y empezó a caminar, seguido de nosotros. Nos fuimos acercando a la casa, y pasaron recuerdos por mi mente.
—¿Ustedes alguna vez soñaron que caían de un lugar alto?
Ambos me miraron, Caleb asintió con la cabeza, pero Joris no, la cual ahora se encuentra de espaldas a la casa.
—¿Acaso estás queriendo decir que aquí pasa eso y que vamos a caer del techo de esa casa?— Joris señaló la casa detrás de ella por encima de su hombro. Yo sonreí en respuesta —Si es así no voy.
—¿Qué? ¿Por qué?— dijo Caleb.
—No quiero ser lanzada de un techo.
—Yo fui lanzada de uno— dije mientras caminaba nuevamente en dirección a la casa —Y aquí estoy. Así que caminen— Caleb empezó a seguirme, pero Joris no, me giré un poco para mirarla de frente —Además, eres un hada, tienes alas. Tu puedes volar Joris, así que camina.
—Si nos pasa algo quedará en tu conciencia y sentirás que fue tu culpa— dijo Joris empezando a caminar.
—Tranquila, no pasará naaaaa— dí un grito porque resbalé, pero Joris también dió un grito. No aguanté y empecé a reír, ella me lanzó una mirada haciéndome entender que me quería matar —Lo siento, lo hice a propósito para ver tu reacción— dije aún con una sonrisa.
—Yo me adelantaré, a este paso llegaremos al amanecer— Caleb se adelantó, así que Joris y yo caminamos detrás de él. Y mientras nos acercábamos no dimos cuenta de algo —¿Arena? ¿En serio fiera? ¿No pudiste soñar que había otra cosa alrededor de la casa? Arena, mucha arena. A éste paso nos hundiremos en ella.
—No exageres idiota, ya estamos llegando y no hay tanta arena— ambos me miraron seriamente —Bueno si hay mucha, pero debemos llegar a la casa.
Por fin llegamos a la casa, entramos y nos encontramos con personas vestidas de egipcios.
—Tus pesadillas cada vez tienen menos sentido fiera, lo digo en serio.
—Yo estoy de acuerdo con él.
—Oh chicos, dejen su drama. Ya estámos aquí, independientemente de como haya tenido este sueño. Porque hasta ahora no parece una pesadilla— al decir eso los egipcios empezaron a caminar rápidamente en nuestra dirección —¿En serio? Retiro lo dicho.
Empezamos a caminar rápidamente para alejarnos de los egipcios.
—¡Alto ahí intrusos! Sabemos que quieren robarle el trono a nuestro faraón.
Y de repente Joris y Caleb empezaron a reír a carcajadas, por lo tanto bajaron la velocidad de la caminata.
—Soñaste que le querías robar el trono al faraón, ¿en serio?— dijo Joris aún riéndose sonoramente.
Por ellos estar carcajeándose los egipcios nos atraparon y nos llevaron al balcón de la casa. Golpeamos a unos cuántos, pero ellos nos ganaron en mayoría, mientras más golpeabamos, más aparecían.
—No permitiremos que se roben el trono— entonces ahí apareció su lider, su faraón. Se quedó mirándonos mientras decidía nuestro castigo, supongo.
—Láncenlos— al parecer el faraón nos quería muertos. Y nos lanzaron.
Sentía la brisa fría de la madrugada golpear mi cara, no pensé que la segunda vez que llegara a caer de un techo se sentiría tan bien. La sensación de caer en un sueño, siempre despertaba antes de llegar al suelo, pero ya no estoy soñando, esto es real. Cerré mis ojos y abrí los brazos para sentir mejor la brisa. Cuando los abrí ví un destello de luz, Joris se había trastornado en hada y sujetado a Caleb. Yo imaginé que estaba en el techo, y así pasó. Ésto me está gustando.
Los egipcios nos miraron asustados.
—No queremos robarle nada a nadie, menos el trono al faraón. Ya que ustedes no existen-—sonreí, extendí mis manos hacia los egipcios mientras imaginaba que desaparecían, y todo empezó a desaparecer. Todo, incluyendo donde nos encontrábamos parados.
Así que Joris voló hasta llegar a la carpa, yo abracé a Caleb mientras imaginaba que nos encontrábamos parados frente a la carpa. Y así fue. Joris sonrió al vernos, ya no estaba transformada en hada.
—Que me hayas abrazado fue raro fiera.
—Yo solo lo hice para acerte aparecer aquí, aunque te confieso que no pensé que funcionaría— dije con una extraña sonrisa, y él sonrió negando con la cabeza.
—Te estás volviendo loca fiera, lo digo en serio.
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Superando Pesadillas
FantasyUn día despertó, y se dió cuenta que todas y cada una de sus pesadillas se hacían reales. Poco a poco y una por una. No era fácil aceptar que eran parte de la realidad y que sólo ella podía hacer que todo vuelva a la normalidad. Sabía que no sería f...