Bad Decisions «Duff McKagan» ✔

21 |Velocidad

Narra Paris

Un mes después

Observaba cómo competían los pilotos del equipo de Izzy. A medida que avanzaba la noche me veía a mí misma analizando la pista con detenimiento e intentado averiguar qué era necesario para poder ganar aún con más distancia de por medio. Según me había fijado el problema radicaba en la segunda curva.

Llevé mis dedos al nudo de mi bandana y la apreté. Iba a ganar, debía ganar.

No sólo por el equipo y los chicos. Sino para demostrar de que pasta estaba hecha. Por mi abuelo, pero después... ya no volvería a competir.

Coconut Grove

Era un lugar increíble, estábamos en el viejo edificio de unas inmobiliarias. Gracias a los parking y estacionamientos del lugar, la policía no puede venir. La música era ensordecedora, y la bebida no faltaba.
Unos minutos después, Duff aparece junto a un chico lleno de tatuajes, piel chocolate y ojos y cabello oscuro.

—Así que tú eres... Paris Ren —Dice el tipo con una sonrisa radiante— Encantado.

—Igualmente —Digo tajante, me estaba desconcentrado y noto que Duff y él se reían debido a mi frialdad. Volví mi vista a la pista y a los coches.

—¿Quieres? —Me ofrece un vaso que a saber que diablos había echado.

—No he venido para beber. Estoy aquí para competir —Espeto.

—Una tía con agallas, me gusta —Susurra el tipo, y él y Duff se mandan una mirada de complicidad.

—Vale, está bien Lucas luego nos vemos. —Le dice Duff.

Cuándo se va el tal Lucas, Duff se agacha para mirarme a los ojos.

—¿Nerviosa?

—No —Me encogí de hombros e intento evitar el contacto visual con él.

Él tomo mi mano y salimos de la multitud, caminamos hasta llegar a un 4x4. Duff cogió de mi cintura, colocándome en el capó del coche.
Abrió mis piernas y metió su cuerpo en ellas. Las acariciaba lentamente, mi piel estaba de gallina.

—¿Encontraste el punto?

—Sí, la segunda curva —Respondo con sabiduría y él hace media sonrisa, luego suspira. —¿Qué ocurre?

—Nada, nena. Son mis padres, tú eres la única que me comprende.

Envolví mis brazos alredor de su cuello y besé sus labios.

—Siempre vas a tener todo de mí —Informo— ¿De acuerdo? —Él asiente.

Durante estás semanas, Duff estuvo un poco hundido debido a un tema con sus padres. Yo he estado ahí, apoyándole en todo.

—¿Tus amigas han venido?

—Sólo Nat aunque tiene miedo por la última vez y April... no le gustan estos sitios —Explico.

—Tenemos cinco minutos, eres la siguiente en competir. —Avisa y rápidamente llevó mi boca a la suya.

Nuestros besos van acompasados, luego besa mi mandíbula y baja para depositar varios besitos en el cuello.
Sentía ansias, calor y ganas de Duff. Era imparable, horriblemente insaciable. Seguíamos estando juntos a escondidas. Nadie lo sabía, excepto mis amigas. No quería seguir escondiéndome, era una tortura. Pero no quería echarlo a perder.
Dios mío, Duff era mi mejor amigo y mi maldito crush desde los quince años. No quería separarme de él por nada del mundo.

El móvil de Duff comenzó a sonar unos minutos después de besarnos.

—Es hora de competir y darle su merecido a esos hijos de puta, bonita —Susurra en mi oído y sonreí.