12 |Juegos emocionales

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Narra Paris

—¿Tanto te duele su rechazo? —Me pregunta April mientras se aplica crema solar.

—Sí, quiero devuelta a mi mejor amigo.

—¿A tu mejor amigo o simplemente a Duff? —Alza una ceja mientras se coloca las gafas de sol.

—No imaginé que iba a ser tan difícil. Pensé que no me importaba lo más mínimo pero volver a verle... tengo sentimientos encontrados —Confieso— ¿Por qué no puedo ser correspondida? Maldito amor. —Me quejo y le doy un golpe seco a la arena.

—Paris, eres increíblemente guapa. Que digo guapa, estás muy buena amiga mía —Digo y suelto una carcajada— Eres inteligente y divertida, cualquier chico está a tus pies si lo deseas. Ya no tienes un cuerpo de niña y yo creo que McKagan lo ha notado. ¿Por qué crees que ahora mismo te esta mirando desde la orilla? —Ríe divertida.

Levanté mi vista y April estaba en lo cierto, Duff me estaba mirando mientras salía del agua con su tabla de surf, esquivó mi mirada cuándo nuestros ojos se encontraron y continuó su camino.

—Él siempre me considerará cómo una hermana pequeña. Además mi padre ni loco me permitiría salir con un chico tan mayor —Justificó y mi amiga comienza a reírse.

—Por el amor de Dios, Paris. Tú ignorarías completamente a tu padre por eso. —Asegura y asiento mordiendo el labio— ¿Por qué él?

—¿Qué?

—¿Por qué Duff?

Me quedé mirando a las olas pensativa, ¿por qué me gustaba? Su manera de tratarme es tan especial, lo dijo Andrew en una ocasión, adoraba que me tratará cómo su pequeña chica. Es divertido, inteligente y tan genial. Su manera de ser, su forma de pensar, él en sí. Todo me gustaba, sabía todo de él o eso creía, estos días se ha comportado cómo un verdadero desconocido. ¿Nunca realmente llegué a conocerle?

—Simplemente lo siento —Respondo en pocas palabras.

***

Mamá se había ido a pasear con los padres de Duff, pues eran realmente amigos. Mi madre me preguntó por qué ya no hablaba con Michael. No quería decirle la verdad por lo que esquivé la pregunta a toda costa.

Mi móvil comenzó a sonar y corrí a cogerlo.

Llamada entrante de papá.

Hola Paris.

Hola, ¿cómo estás?

Bien, el juicio ha ido tan cómo lo esperaba. ¿Tú cómo estás? ¿Y tu madre?

Estamos bien. ¿Por qué no arreglas las cosas con ella?

Lo sé cielo, tengo que hablar con ella. Tu madre siempre fue una mujer increíble.

Después de hablar con él, colgué la llamada.

Suspiro tristemente, añoro a la familia feliz que éramos hace años.
Papá seguía igual de estresado por su puñetero trabajo de abogado de la clase alta de Miami. Mamá no soportaba todo esto, ya lo había dejado bastante claro. Tenía que pensar la manera de que papá aceptará la oferta de los Miami Hurricane y que fuese feliz.

—Andrew está en la puerta —Me avisa Nat asomándose a la puerta, me levanté de la cama y salí a la cocina.
Andrew sonreía mientras miraba pícaramente a April, esta resoplaba irritada mientras colocaba las pizzas en la mesa para cenar. Cogí una porción y me acerqué a la puerta.

—¿Qué necesitas?

—A ti —Dice con una sonrisa y enarqué una ceja confundida— Quiero me acompañes a la fiesta en casa de un amigo mañana por la noche.

Bad Decisions «Duff McKagan» ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora