Capítulo 2

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POV Camille

Estoy que me muero de los nervios. Sin duda hoy no es mi día.

Primero, el banco no ha dejado de llamar desde ayer, debido a mi retraso con el pago del préstamo; segundo, mi ex novio Chris no ha dejado de molestar con sus estúpidas escusas para que lo perdone, llevábamos dos años de relación- uno comprometidos- sin embargo este último había sido diferentes, llegaba tarde, cancelaba nuestras citas a ultima hora, se enojaba por todo, esto último no se lo tolere ya que llego a golpearme, solo una vez, pero eso fue la gota que derramo el vaso y me aleje de él, llevamos 5 meses separados, mismos que no ha parado de llamar, mensajear, pidiendo perdón, sin embargo si lo hizo una vez, no dudo en que lo vuelva hacer. Y por último pero menos importante, el jefe quiere verme en su oficina, quizá por lo de mi retraso hace unos minutos, siento que estoy en pleno colapso emocional.

Suspiro, salgo de mi oficina y camino en dirección al ascensor, marco el piso de presidencia, los minutos que estoy ahí adentro no ayudan para nada a mis nervios, si por mi fuera en este momento ya no tendría uñas. El timbre que anuncia la llegada al piso me despierta, visualizo a la secretaria del hijo del
Sr. Johnson, -por lo que tengo entendido es el encargado de todo hasta que su padre se recupere- y antes de que llegue a su escritorio levanta su teléfono y me anuncia. Ni siquiera me dirigió su mirada, como para saber que era yo.

-Adelante, el señor Johnson la espera- se levanta y abre la puerta para mi.

Mis pasos es lo único que se escucha en el piso, antes de entrar, veo a mi alrededor, no trabajan mas de cinco personas aquí, cuatro de ellas mujeres. El carraspeo de Lidia -según su gafete- hace que entre a la oficina, mucho mas grande que la mía, incluso mas que la de su papá, con muebles de color negro, la pared situada a mi izquierda esta llena de certificados y reconocimientos enmarcados, medallas, además de uno que otro trofeo de lo que parecen ser de fútbol.

-Señorita, tome asiento por favor- su voz me distrae y señala la silla frente a su escritorio, no hay ni una pizca de enojo en su voz y eso me alivia un poco- la mande llamar por lo sucedido en la junta ¿Se encuentra usted bien?-

-Sobre eso, quería pedirle una disculpa, si usted no me hubiera hablado, yo personalmente hubiera venido a disculparme por mi comportamiento, es sólo que tuve un pequeño percance y en verdad lo lamento yo...-

-Lo entiendo señorita...-

-Camille Farrell-

como si no supiera mi nombre

-Disculpas aceptadas señorita Farrell, ¿gusta algo de tomar? ¿Café, Té, Agua?-

-Agua esta bien, gracias- se dirige a una pequeña nevera y saca una botella de agua, la cual me la entrega y toma asiento frente a mí. Abro la botella y bebo un poco.

Un silencio se apodera de la oficina, mismo que es interrumpido por mi voz.

-Si eso es todo señor, creo que es momento de que me retiré, tengo unos pend...- estoy a punto de levantarme cuando vuelvo a ser interrumpida por él.

-No, espere, hay otra cosa que quisiera comentar- vuelvo a tomar asiento.

En este momento no se quien esta mas nervioso, él o yo. Camina de lado a lado mientras toma pequeños mechones de cabello castaño y tira de ellos. Aprovecho y me doy el lujo de observarlo. Nunca me había tomado el tiempo de hacerlo, es mas, lo había visto pocas veces en las juntas y reuniones a las que he ido y no había llamado mi atención hasta ahora, siempre he tratado con su padre. Sin embargo, tienen rasgos similares, como los ojos color esmeralda y los hoyuelos situados al lado de sus labios; delgados por cierto. Seguro el Sr. Johnson lucia igual cuando tenia su edad. El traje esta perfectamente a su medida y pareciera que pasa tiempo en el gimnasio. Además su altura le da un porte elegante, soy un duende junto a él de seguro.

Casi Perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora