Me gustas. | OuterStave

15.

El grupo tuvo la maravillosa idea de ir a acampar, iba a negarse por completo pero usaron el soborno de tener la mejor vista a las estrellas por lo que aceptó a regañadientes.

Su hermano le ayudó con la mochila, varios emparedados de sus favoritos y algunos equipamientos para lograr dormir bien, trataba de mirar el lado bueno, cuando quisiera podría alejarse y caminar por el bosque.

Ink, Error, Blue, Dust, Horror, Lust y... Outer, necesitaba conseguirse nuevos amigos, así las coincidencias dejarían de suceder, pero debía dejarse guiar por el destino como Blard le había aconsejado, no huir, no había razón para ello.

Le tocó la fortuna de que el auto donde le tocó estaría al lado de su compañero Ink junto a su pareja Error mientras el conductor era Horror y el copiloto Lust.

Horror iba en su último año de universidad pero les acompañaba por su pareja, el viaje era de dos horas y era perfecto para mirar el paisaje de los cerros al fondo de la autopista.

Aún así su paz no duró mucho cuando Ink tocó su hombro, el rubio le miró alzando una ceja, sin perder su ladina sonrisa.

— ¡Stave! Esta salida es totalmente dedicada a ti.

— ¿Qué?

— Lo que dijo Inky ~ —Dijo Lust desde al frente, riendo al escuchar el gruñido del azabache.

— Desde lejos te ves raro, y sabiendo que no te gusta mucho hablar de ti mismo desde hace un tiempo... La idea de salir a despejarnos antes de los exámenes semestrales es buena para todos. —Siguió Ink, su cabello llegaba un poco más sobre sus hombros pero era amarrado por una pequeña coleta, sonreía tomando de la mano de su pareja y Stave algo incómodo del entorno amoroso volvió a desviar la mirada a la ventana.

— Gracias.

— Y a mí se me ocurrió la maravillosa idea de compartir campamentos en pareja.

Lo dicho por Lust le hizo tensarse, el tono lo había hecho peor, sabía a qué venía esa propuesta, y la presión no tardó en venir, "agradecía" la ayuda de ellos pero estar en su ambiente era incómodo, necesitaba aire, y darse un tiempo solo, más palabras relacionadas a él mismo e iba a hiperventilar.

El de cabello azabache había notado aquello y pateó el asiento del copiloto al estar al frente y no dijo nada más, por lo menos no del tema.

Stave suspiró aliviado y se colocó los audífonos para olvidarse de todo.