13.

175 47 10
                                    

El ambiente era mucho más tranquilo de lo que imaginaba, no estaba encerrado en medio de cuatro paredes, más bien estaban en medio de dos edificios donde existía un hueco, y en ese hueco se encontraba la terraza, extraña arquitectura que prefería no divagar.

Se sentó en una de las sillas que se encontraban allí, extrañado del por qué no había nadie ahí, Outer no tardó en llegar, puesto que había dicho que iba a comprar su comida de una carrera para acompañarlo en su soledad.

Se sentía a gusto de estar solo, pero le daba algo de ansiedad saber que Outer estaba cerca pero no a su lado. Sentimientos contradictorios que le hacían doler la cabeza, pero como se había dicho, prefería no sumergirse y dejarse guiar por las buenas sensaciones, estar enamorado según internet era una idealización de una persona, tener una obsesión que implica apego e ilusión, solo lo había tensado más.

Ahora estaba al lado del contrario, comiendo un emparedado vegetariano, tal y como le gustaban, aunque la distancia era para sí, imprudente, quería probar... con estar más cerca...

— No te tienes que obligar. —Comentó Outer al notar de reojo el acercamiento del rubio, llegando rozar codos.

— Quiero probar... —Respondió en un hilo de voz, pero no se atrevió a más, en aquella cercanía mil y una sensaciones golpeaban su mente, era extraño no respetar los espacios personales, pero a la vez el roce entre sus brazos producía descargas eléctricas cómodas, una dilema que le hacía elegir entre dos bandos, el que pedía a gritos que se alejara, o los ruegos de estar un momento más así.

Outer suspiró y se removió terminando su parte de la comida para llevar su mano más alejada del contrario hasta su cabello dorado, arreglando el mechón de cabello que siempre caía hasta sus ojos, Stave cerró sus ojos inconscientemente.   

— ¿No has pensado cortarte el pelo?

— Me gusta así.

— A mí igual, te da un encanto especial.

— ¿Querrás decir, espacial?

Se rieron, rompiendo aquella tensión romántica pero abrumadora, Stave lo agradeció.

— Nunca mejor dicho. 

Me gustas. | OuterStaveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora