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Tenía fiebre, pero eso no le detenía para ir donde sabía dónde le gustaba estar aquel chico.

No era totalmente un desconocido, varias veces se habían juntado, más que nada un grupo cuando habían reuniones, estudiaban lo mismo, solo que iba dos años mayor que él, y sus amigos eran pareja o hermanos de su pequeña amistad.

Sentía su cuerpo delirar, siempre había sido débil ante la enfermedad, pero no era obstáculo, su mente estaba enfocada en su confusión y si seguía así en la época de exámenes no le iría muy bien.

Recién salían los de su clase, y Outer salía sin compañía hacia el lado contrario, pero se detuvo al ver a Stave con gotas de sudor en sus sienes y su rostro ardiente, alzó una ceja confundido.

— ¿Stave?

El susodicho sintió como su corazón se estrujó, no supo por qué su trato como si nada le había afectado, o era por la preocupación de su estado.

Le indicó con el índice pero pronto tembló, su cuerpo no resistió más, un jadeo se le escapó, hasta sentir como su cuerpo desvanecía y se caía como si una pluma fuese soplada.

Me gustas. | OuterStaveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora