La Ninja Akatsuki ☆ Naruto y tu

Capítulo 41: Ritual

En aquel lugar no habia ni un árbol o flor silvestre y pareciera que los animales preferían mantenerse alejados, no había ni un ser vivo, salvo una gigantesca roca color carbón y un hombre cargando a dos personas inconscientes. El sujeto pelinaranja de ojos circulares, grandes y grises caminaba con demasiada naturalidad entre la desierta llanura. Golpeó un tronco viejo y destartalado de una patada y una piedra se apartó del camino permitiéndole que ingresará dentro de una muy amplia cueva. El aire en aquel lugar siempre se sentía bastante más pesado de lo normal y era difícil respirar sin la necesidad constante de inhalar aire por la boca. El oxígeno también era complicado, tan denso que los vellos no podían mantenerse acostados.

—Tardaste mucho, Nagato—le reclamó una chica de mechones morados y una flor adornándole el peinado.

Él le dedico una sonrisa de lado y le jaló un mechón de cabello provocando que la chica gritara—Los he traído—dijo y se bajo a los dos chicos de los hombros, los aventó como si de dos costales de papa se tratasen sobre una roca alargada.

Todos y cada uno de los miembros de la organización Akatsuki se encontraban allí y no había una sola alma que no tuviera una pizca de excitación al saber que ese día se realizaría al fin la extracción del bijuu de las nueve colas. Pain examinó de pies a cabeza con sumo detenimiento al chico y la chica que yacían inconscientes sobre la inmensa roca color carbón. Lo primero que hizo fue contornear los finos bordes del rostro de la castaña, la cual se estremeció bajo su tacto y abrió los ojos en un par de constantes parpadeos. Sus ojos lila lo observaron con temor y Nagato acarició sus rosadas mejillas, las cuáles eran tan suaves que se vio obligado a soltar un suspiro.

A continuación, Nagato siguió dando un espectáculo a sus súbditos y tomó al rubio por los hombros, y lo sacudió tan fuerte que provocó que este recuperará el sentido de la orientación y abriera los ojos con sorpresa— ¿Dónde estoy? —fue lo primero que pudo decir al observar el desconocido sitio donde se encontraba. Naruto sintió como una mano se unía con la suya, era pequeña y sabía muy bien a quien pertenecía.

Nagato sonrió con satisfacción—Bueno, estamos nada más y nada menos que-
—En la organización Akatsuki—se atrevió a interrumpir la voz de la Hyuga al de pelo naranja y todos los presentes abrieron los ojos, sorprendidos por tal atrevimiento.

—Parece que alguien se volvió muy valiente en la aldea de la hoja—dijo Nagato arqueando las cejas en dirección a la castaña y sin esperar un solo segundo más, tomó a la chica del brazo más cercano y de un jalón hizo que quedara tendida en el suelo, justo en frente de él—Veamos si sigues siendo igual de fuerte que cuando te fuiste.

El sujeto que tenía los ojos llenos de círculos grises metió las manos bajo su túnica, y al momento de sacarlas, su brazo salió disparado directo al pecho de la ojilila, la cual al sentir la cercanía del impacto se movió a tiempo y el brazo de Pain no logró lastimarla. <<De haberme golpeado, hubiera perdido una o dos costillas con seguridad>> pensó ella sumamente alarmada y sorprendida de que el líder la atacará de una manera tan letal y sin previo aviso.

Pero después de todo no era tan extraño, ella sabía que iba a tener que enfrentarse con su líder tarde o temprano, aunque esperaba que fuera más tarde que temprano. Y sin esperar un solo segundo, la chica de ojos lila alcanzó con su mano derecha la pequeña cuchilla que tenía guardada en su tobillo—Elemento rayo: Flujo de chakra—pronunció al momento de juntar ambas manos en la posición del jabalí y que la cuchilla quedará impregnada de un aura color azul. Se dirigió corriendo a una velocidad inhumana en dirección a Hidan, después de eso, todos la perdieron de vista.

Una cuchilla cortó una vena del cuello de Nagato y este grito de dolor—Jutsu: absorción de chakra—pronunció la voz de la chica de ojos lila en el oído de su líder y con ayuda de la misma cuchilla extrajo una gran cantidad del chakra de Nagato, el cual grito ante la presencia de la chica y se maldijo al no ser capaz de verla venir. Nagato se sintió un tanto débil tras la repentina pérdida de chakra. La castaña dirigió la cuchilla a sus labios y se tragó el oscuro chakra de Pain.

El líder la miraba atestado de furia—Eres una. Excelente contrincante—terminó por decir Pain dejando a todos sorprendidos, incluyéndola. Y con las ganas de realizar la extracción del bijuu cuanto antes se llevó la mano a la garganta y se limpió la sangre que le brotaba con ayuda de un diminuto suiton—Ahora, continuemos con la celebración principal. ¡Zetsu, inmovilízala! —gritó y el mencionado provocó que del suelo salieran unas agujas que al instante inmovilizaron a la castaña—Ahora nadie evitará que realicemos nuestro tan esperado ritual—le dedicó una sonrisa de lado al Uzumaki.

—Tendrás que atraparme primero—dijo Naruto e invocó a sus clones de sombra y corrió entre ellos. Todos los clones de Naruto se juntaron y corrieron directo hacia Pain— ¡Rasengan! —dijeron y un gran flujo de chakra salió instantáneamente de las palmas de sus manos dando rápidas vueltas en círculos, hasta comprimir una gran cantidad de fluido color azul en una gigantesca esfera, la cual fue directo a impactar en el torso de Nagato provocando que la cueva entera tambaleará y pedazos de roca se desprendieran de esta.

Pain se desmoronó en el suelo al igual que la misma cueva y suspiraba muy pesadamente. Yacía terriblemente herido y Konan grito de preocupación— Aunque hayas logrado herirme, todavía quedan ocho Akatsukis en esta cueva. Dime, ¿Qué piensas hacer? ¿Los asesinarás a todos tú sólo? Porque dudo mucho que tu amiguita pueda ayudarte—dijo apuntando a la Hyuga, la cual luchaba en vano tratando de moverse en su lugar, pero las agujas de Zetsu tenían un fuerte efecto inmovilizador—Dime, ¿quién te ayudará? —se burló Pain.

—Nosotros lo haremos—dijeron un grupo de voces, unas voces a las que tanto Naruto cómo la Hyuga se sorprendieron de escuchar. Los miraron y una amplia sonrisa se dibujó en sus rostros.
—Sasuke, Sakura-chan, Kakashi-sensei—dijo Naruto y una lagrimita se le salió al pronunciar el nombre de su primer sensei—. Itachi-san, Shikamaru, Kiba, Ino, Sai—pronunció el nombre del chico pálido y se alegró por primera vez al verlo—. Chouji, Tenten, Neji, Hinata, Lee y Lee-sensei—Naruto nombró a cada uno de sus compañeros y un sentimiento de alegría invadió su pecho. Creyó que ya los había visto a todos, pero una mata de pelos rojos llamó su atención— ¡Gaara! —gritó al final muy emocionado.

— ¡Trataremos de no ofendernos, ya que no nos mencionaste! —Temari y Kankuro le gritaron a Naruto.
—Lo lamento, de verás—Naruto dijo sumamente apenado hacia los hermanos de la arena.

Gaara se abrió camino entre todos y caminó hacia Naruto, le dio un fuerte abrazo, se separó de él y observándolo directamente a los ojos le dijo—Tres veces... nuestras naciones han estado en guerra. Tres veces nos hemos hecho daño, nos hemos odiado. El odio creó una necesidad de poder y esa necesidad me creó; yo era un Jinchūriki, la personificación del odio y el poder, solía odiar al mundo y a su gente... Quería destruirlos con mis propias manos, exactamente lo que Akatsuki está tratando de hacer ahora contigo... —Gaara miraba a Naruto y sus ojos le transmitían compasión— Pero un hombre, un ninja de Konoha me detuvo, y aunque era su enemigo, él lloró por mí. ¡Lo herí y aun así me llamo amigo! ¡Me salvó! Mi enemigo, mi amigo Jinchūriki... Eres tú, Uzumaki Naruto—Le dedicó una amplia y sincera sonrisa—Pasaste por el mismo dolor que yo pasé, pero no tuviste odio y rencor, porque tu corazón es puro y sincero... Por ello, me alegra decir que, ¡Aquí no hay enemigos! ¡Porque todos hemos sufrido por culpa de Akatsuki! ¡Así que no hay Arena, ni Roca, ni Hoja, ni Niebla, ni Nube! ¡Solo hay shinobis! Si quieren mantener su odio contra lo que hice en el pasado, cuando terminé la guerra vengan y tomen mi cabeza. Nuestros enemigos están detrás del amigo que me salvó la vida... Si ellos lo capturan, si dejamos que realicen la extracción... nuestro mundo llegará a su fin. Yo quiero protegerlo y también a nuestro mundo, pero soy demasiado joven para protegerlo solo. ¡Necesito su ayuda! Todos lo que estén de acuerdo, ¡síganme! —gritó y todos gritaron de acuerdo con su discurso.
— ¡Acabaremos con Akatsuki! —gritó Lee-sensei muy emocionado, con una sonrisa que le llegaba de oreja a oreja— ¡Con la fuerza de la juventud!

—No quisiera interrumpir, pero, por favor alguien podría echarme una mano. No puedo moverme—exclamó la chica que aún se encontraba inmóvil a causa de las agujas de Zetsu. Naruto estalló en risas.

Espero que te haya gustado la lectura♡.

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Alex.