El cielo ya se había pintado con los colores del crepúsculo cuando Edythe regreso triunfante, con una sonrisa en su rostro hasta el cuartel donde estaban todos esperando por ella.
-¡Edy-chan!
-¡Señora!
-¡Edythe-kun!
Los soldados que pertenecieron a su escuadrón corrieron a abrazarla, después de escuchar su regreso, todos los demás escuadrones fueron a verla.
-¡Pensamos que no la volveríamos a ver!.- grito uno de sus compañeros.
-Jajajaja es lógico que pensaran eso, aún no me conocen mucho jajaja.- le dijo con satisfacción.
-¡Acero!.- le dijo muy molesto Mustang, cuando la vio llegar.- ¿Que fue lo que pasó?
-He firmado el tratado de paz con éxito.- dijo meneando la hoja frente a él.
-Bien hecho.- Mustang soltó un suspiro de alivio.
-¡Hay que festejar!.- grito Edythe feliz.
-¡Si!
Todos los soldados gritaron alegremente y cargaron a Edythe sobre sus hombros.
-No se que festejan.- interrumpió Kimblee su feliz festejo.- lo mejor era matar a toda esta plaga.
Mustang se puso frente a Edythe y los demás y se ajusto sus guantes como si estuviera amenazandolo, Edythe también se preparo para defenderse.
-Hemos hablado sobre ello con el Fuhrer, así que tú intervención aquí ya terminó.- gruñó Mustang.
-...Ya lo veremos...- Kimblee le dio una última mirada a Edythe, se dió vuelta y se fue.
-Ese tipo.- rugio Mustang.- quisiera hacerlo carbón.
-Bueno no importa, ya no puede hacer nada, ¿Cierto?.- dijo Edythe encogiendose de hombros.
-Lo mejor es no confiar.
-¡Edythe Elric!.- alguien la llamo desde lejos.
-Mayor Armstrong.- saludo al gran hombre que venia hacia ella mientras la bajaban de nuevo, el abrió los enormes y musculosos brazos y la abrazo con fuerza mientras el lloraba.- ¡Aaay!
-¡Hizo algo tan peligroso solo para proteger a quienes no conocía! Algo digno de admirarse.- dijo completamente conmovido.
-¡No me admire tanto que me va a romper las costillas!.- se quejo Edythe haciendo una cara graciosa.
Todos rompieron en risas. Después de todo lo que había pasado, por fin podían respirar con tranquilidad.
Después de festejar un poco y de recibir palabras de felicitación por parte de todos a los que se encontraba en el camino, tomo un baño y fue a su casa de campaña para estar sola.
-¡Aaah! Fue un día tan cansado.- dijo mientras se acostaba en su colchoneta. Se estiró y se rasco su vientre.- si Alice estuviera aquí me hubiera regañado por estar con la panza de fuera, umm, por cierto ¿que estará haciendo ahora?.- Pensó en su hermana menor que debería de estar preocupada por ella.- pero ahora, he encontrado esto, jeje supongo que esto no fue tan malo despues de todo, veamos que dice...
Abrió el libro que tenía entre sus manos y comenzó a leerlo, después de un rato lo bajo y se rasco la cabeza con desesperación.
-Umm ajá, como lo pensé, está en código.
-¿Edythe-san?.- alguien la llamo desde afuera de la casa de campaña.
-¿¿??.- Se levantó de la colchoneta y se asomo por la abertura de la casa de acampar. Eran dos mujeres, una de ellas lo tenía cabello castaño largo y atado en una cola de caballo piel blanca y ojos azules, y la otra el pelo corto y negro y de ojos verdes, ambas iban vestidas con el uniforme militar a quienes no conocia.
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The Alchemist (En Edición)
Fanfiction¡Una versión Genderbend de Fullmetal Alchemist! Un tierno deseo... - Me gustaría volver a ver la sonrisa de mamá. Un inocente secreto... - ¿Qué le diremos a mamá cuando despierte? - ¿Qué le diremos? Umm, ¡¡pues eso está claro, Que no le diga a nuest...