-¡No puede ser! ¿Están seguros de ello? Si, si... ¿Fueron órdenes de su señor? Si... Si... Yo le informaré a la alquimista de acero...- aquel hombre se puso pálido cuando escucho las nuevas órdenes, se volteo y miro a la niña frente a él.- no se que mierda planean, pero el Fuhrer da su consentimiento.
-¡Yeah! ¡Le dije que el Fuhrer me daría su permiso!.- dijo Edythe con una sonrisa de oreja a oreja mientras daba saltitos de felicidad.
-Tch.- el hombre chasqueo la lengua, se sentía desprestigiado pero no podía oponerse a una orden directa.
-Ahora si me lo permite. Me retiro.- Edythe le dió la espalda a aquel hombre y salió a buscar a Mustang para contarle la noticia.
-¡El Fuhrer aprobó que se firmara un trato de paz con el pueblo de Lior!.- Edythe salió y gritando a todo pulmón la nueva noticia.
-Eso es bueno Edythe, y bien ¿Cómo lo piensas hacer?.-Mustang se cruzó de brazos esperando la noticia de la joven.
-...- en respuesta, ella parpadeo varias veces y apartó la vista.- Bueno pues vera...
-No tienes un plan ¿verdad?
-Siendo sincera, no pensé que llegaría tan lejos, así que estaba pensando en un plan B...- se rasco la cabeza.- Ummm ¡Durante la marcha pensaré en un buen plan!
-Aah, eres un caso perdido, iré contigo.
-Haga lo que quiera. Pero no creo que accedan, ya que usted los atacó.
-Puede que tengas razón, pero no te permitire que te vayas tu sola.
-Arg.
-Como sea, tiene que ser hoy el acuerdo, no podemos perder más tiempo.
-¡Si!.- dijo Edythe.
Caminaron de vuelta con algunos soldados hacia el centro de Lior, donde comenzaron a dialogar con las personas, hasta que llegaron a un acuerdo.
-Solo tenemos una pequeña petición.- dijeron los hombres.
-¿Si?.- pregunto Edythe con una encantadora sonrisa.
-Tendrá que ir, únicamente Edy-chan.
-Esta bien.- asintió con la cabeza.
-Oye.- la tomo del brazo Mustang.- te dije que no te iba a permitir irte sola.
-Esta bien, no soy una niñita débil que tengas que proteger.- se zafo de su agarre y se encogió de hombros. Camino con las personas hasta la iglesia del pueblo.
-Aqui es dónde vive el Sumo Pontífice y el gran Maestro. También estuvieron de acuerdo de que se reuniera con ellos.
-Perfecto, así habrá un buen trato.
Entro en el enorme edificio de color crema, estaba lleno de bancas de madera alineadas y la estatua del Dios Leto estaba al fondo. Había dos hombres sentados a los pies de la estatua. Ambos eran viejos, uno vestía unas ropas de sacerdote de color negro con una toga morada. El otro vestía completamente de blanco con una línea roja que atravesaba su pecho.
-Habiamos escuchado hablar de ti alquimista de acero Edythe Elric.- dijo el hombre de tes morena y que iba vestido de blanco.
-Eso hace más sencillas las cosas. Vengo de parte del Fuhrer de Amestris, el pide su cooperación para llegar a un acuerdo que le convenga a ambos mandos.
-No estamos dispuestos a retroceder, le advirto de una vez.- el hombre de negro hablo con frialdad.- Amestris se a encargado de dificultarnos la vida en muchos aspectos.
-Escucharé sus peticiones, si son beneficiosas para los civiles serán concedidas.
-¡Presta mucha atención niña! Nosotros...-comenzo el hombre de negro.
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The Alchemist (En Edición)
Fanfiction¡Una versión Genderbend de Fullmetal Alchemist! Un tierno deseo... - Me gustaría volver a ver la sonrisa de mamá. Un inocente secreto... - ¿Qué le diremos a mamá cuando despierte? - ¿Qué le diremos? Umm, ¡¡pues eso está claro, Que no le diga a nuest...