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Y ahí estaba otra vez

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Y ahí estaba otra vez. El mismo sueño, el mismo sentimiento de desesperación, la ansiedad y el terror de saber que probablemente no llegaría a tiempo. Solo que a diferencia de las otras veces en que esta pesadilla había invadido mis sueños, ya no era al Gran Comedor donde me dirigía, sino al puente de entrada del castillo. Ahora también nevaba, aunque toda la nieve del suelo parecía ser de color gris gracias al sucio y la sangre mezclándose. Mi cabello esta revuelto por el viento y se agitaba violentamente detrás de mi mientras corría, haciéndome parece como si mi cabeza estuviera en llamas. Las lagrimas bañaban mi rostro, refrescando el ardor que iba desde mi cien derecha hasta mi mejilla.

Podia ver su silueta a tan solo 30 pasos de mi; Estab ahí de pie, viéndome, con la locura reflejándose en sus ojos, que ya no parecían tan suyos. Podia notar como sus lagrimas también bañaban toda su cara creando surcos sobre la suciedad que cubria su rostro. Entonces, cuando estire mi manos para tomarle y hacercarle a mi, el se giro para alejarse aun mas.

-No. –fue lo único que mis labios pronunciaron. Al principio en leves susurros que fueron aumentando de volumen a medida que repetía una y otra vez la misma palabra. –No. No. No.

Trate de correr aun mas fuerte para alcanzarle, necesitaba abrazarlo y rogarle que se quedara, pero mis piernas no se movían de su sitio y por más que trate de correr solo me quedaba allí de pie, tan lejos y tan cerca al mismo tiempo. Finalmente, solo pude caer al suelo de rodillas, y cuando el por fin termino de cruzar el puente un sonoro y desgarrador grito surgió de mi garganta.

Y nuevamente me encontré en mi cama, con los brazos de papá sosteniéndome para eviar que saliera disparada gracias a la fuerza con la que me enderece en mi cama, ahogada por la falta de aire y con un gigantesco nudo en la garganta.

-Lily Ginevra, ¿estás bien cariño? Dime que va mal, ¿te duele algo?

-Harry, ya despertó no la sacudas tanto. –dijo mi madre entrando al cuarto con una tasa llena de agua fresca.

-Cariño, ¿estás bien?

Respiraba agitadamente tratando con todas mis fuerzas de meter todo el aire que pudiera en mis pulmones. Papá me miraba con total preocupación y mi madre, unos cuantos pasos de tras de él, se movia nerviosamente agitando su varita y prendiendo todas las luces de mi cuarto.

-Creo... estoy bien, de verdad.

Hablaba en susurros, con la voz ronca, como si todo lo que hubiese gritado en mi sueño lo hubiera gritado en la vida real.

-Estabas gritando, y muy agitada. –Vale, ahora todo tiene sentido. Mi madre se sento del otro lado de mi cama y paso un brazo por mis hombros para acariciar mi cabello.

-Fue solo una pesadilla, mamá. –Respondi quitándole importancia a todo el asunto. –Son solo pesadillas...

Ahora mire a mi padre esperando repuestas. El sabia lo de mis otros sueños y lo real que se habían sentido, el sabia que algo estaba sucediéndome y sabia lo preocupada y desesperada que estaba porque no fueran mas que pesadillas por tomar demaciada cerveza de mantequilla antes de dormir. Mi padre me devolvió la mirada con seriedad, casi podía ver los engranajes de su cerebro trabajando para dar con alguna respuesta.

Lily Potter y el Ultimo Mortifago || 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora