Rose, Albus, Hugo y Clara llegaron pocos minutos después de que James Malfoy se fuera de mi compartimiento de tren, no sin antes depositar un tierno beso en mi frente y mis manos, y salir pitando dejándome un montón de cosas sin resolver. Para Cuando llegamos al andén, ya era de noche y una ligera lluvia caía sobre todos nosotros; montamos en los carruajes y no pude evitar mi molestia por no encontrarlo entre el montón de cabezas y túnicas con el logo de Slytherin. ¿Cómo diantres le hacia para escapar tan rápido?
-Lils, ¿Qué sucede contigo? Has estado enfurruñada todo el viaje. –Clara que estaba a mi lado en el carruaje, se acerco y me susurro sus dudas al oído.
-Estoy bien, Clars. –Respondí sin ganas. –Es solo cansancio.
-Vale. –Sabia que ella no se había tragado para nada mi triste excusa, y que mas tarde me llenaría de preguntas hasta que yo le dijera algo. Así que conociendo como conocía a mi amiga, y conociendo mi terquedad, batallaríamos bastante antes de que alguna de nosotras cediera.
Llegamos al castillo y pasamos directo al Gran Comedor donde ya la mayoría de los estudiantes estaban ubicados en sus respectivas mesas. Más allá estaba la mesa de los profesores, donde solo un puesto estaba vacío: El de Hagrid. Mirando más detenidamente los profesores, desde Neville Longbottom –el padre de luna –descubrí el rostro de dos nuevos profesores. Uno tan lucia tan feliz y animado de estar aquí como lo parecía estar el Barón Sanguinario, y el otro era nada más y nada menos que el tío George. Me detuve en seco estupefacta de ver al lunático de mi tio que nos saludaba animadamente desde su mesa y me gire decidida a saber porque rayos nuestros padres nos ocultaron una información de tal importancia.
-¿Qué rayos hace el tio George ahí sentado? –Murmure medio aterrorizada, medio muerta de la risa de solo ver como Hugo se había puesto pálido. El pobre era el habitual blanco de las bromas del tío George, por lo que saber que no estaría a salvo ni aun estando en el colegio estaba a punto de causarle la muerte a mi pobre primo.
-Esto será de lo más divertido. –rió Rose junto con todos nosotros. –No te preocupes, Hugo. El no puede hacerte muchas bromas aquí, no a menos de que quiera que lo despidan.
Los 5 caminamos hasta la mesa de Griffyndor y tomamos asientos juntos mientras esperábamos que iniciara la selección. Hablaba con clara sobre si iría a la madriguera con nosotros por navidad cuando le sentí; Sabia que había entrado al gran comedor y casi podía adivinar a cuantos pasos de su mesa estaba. Por puro instinto gire mi rostro en su dirección y me encontré de lleno con sus ojos, que me miraban con intensidad logrando que me sonrojara de inmediato. Una burlona y en exceso sexy sonrisa se asomo por sus labios haciéndome sonreir a mi también un poco. Aun cuando no quería dejar de verle dirigí mi atención nuevamente a Clara, que no se daba cuenta de nada de lo que había pasado por estar hablando sin parar de los Nargles que su madre le había mostrado antes de venir.
-¿Qué son Nargles? –Pregunto Hugo con el ceño fruncido. Clara abrió la boca para contestar justo cuando las puertas del Gran Comedor se abrieron de par en par y una fila de estudiantes de primer año entraron temblando de frió y miedo. Entre el montón de pequeñas cabecitas un cabello risado y castaño llamo mi atención, de inmediato me dirigí a Clara.
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Lily Potter y el Ultimo Mortifago || 1
FanfictionLily Potter ha vivido bajo la sombra de su apellido, haciendo el papel de la hija perfecta de los Potter, y es que siendo hija del grandioso Harry Potter no se puede esperar menos. Ella en realidad no es inconforme con su vida, ama a sus hermanos, a...