Lily Potter ha vivido bajo la sombra de su apellido, haciendo el papel de la hija perfecta de los Potter, y es que siendo hija del grandioso Harry Potter no se puede esperar menos.
Ella en realidad no es inconforme con su vida, ama a sus hermanos, a...
Búsquense sus Kleneex, no digan que no les advertí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Suéltalo. Ahora. –Prácticamente le Gruñí a Lucius. Estaba tratando con todas mis fuerzas de controlarme y no atacarlo puesto que aun llevaba a James.
-Ah, la grandiosa Lily Potter. –Respondió Lucius, burlándose. –Debí suponer que te aparecerías por aquí, después de todo tu y mi nieto comparten una extraña conexión, ¿no es cierto? Lo bueno, es que tu presencia aquí me ha facilitado todo el trabajo.
-Cállate. Te dije que dejaras a James.
-Tú no eres nadie para darme órdenes. Eres apenas una chiquilla presumida que se apoya en el peso de su apellido para hacer lo que quiere. –Grito Lucius aun burlándose, pero ligeramente más irritado.
-Claro, supongo que alguien como tu debe de saber muy bien cómo identificar a gente como yo, ¿no es cierto? –Si él quería irritarme, a esto podíamos jugar los dos. –Después de todo es lo mismo que hacías, esconderte detrás de tu apellido para hacer todas tus asquerosidades a espaldas del Ministerio.
-Chiquilla impertinente, te enseñare lo que un verdadero mago puede hacer. –Listo. Había perdido todos sus papeles y ahora la rabia era lo que se reflejaba en su expresión. –Voy a asesinarte.
Sin ningún cuidado, tiro el cuerpo aun inconsciente de James en un rincón y saco su barita. Detrás de mi Albus se puso tenso y trato de ocultarme detrás de él.
-No. –le susurre. –Esta es mi guerra, yo me encargare de él.
Sin darle tiempo a nada, me solté del agarre de mi hermano y comencé a caminar en dirección. En una fracción de segundo todos los hechizos que conocía fueron repitiéndose en mi cabeza, las manos me temblaban y la respiración se me acelero. Iba a hacerlo.
Un rayo de luz blanca salió de la punta de su varita. A duras penas y pude lanzar un Ascendio para escapar del rayo mientras Albus saltaba fuera del camino del hechizo. El rayo de luz dio contra una armadura a varios metros de tras de nosotros y de inmediato contraataque con un Bombardapara alejar de James a Lucius.
-¡Albus, protege a James! –le grite a mi hermano mientras trababa de acercarme hasta donde Lucius había terminado luego de la explosión.
Escuche como Albus lanzaba un hechizo Cave inimicum a la sección de pasillo donde un inconsciente James estaba. Entonces desde entre la bruma de escombros y polvo Lucius Malfoy salió cojeando y extremadamente cabreado. Me plante a unos escasos dos metros de él, preparada para todo lo que pudiera lanzar en mi contra, varita en alto y determinada a hacer lo que fuera por protegerlos a todos.
-¿Acaso crees que podrás ganar? El nació con un destino, y tarde o temprano tendrá que cumplirlo. –Gruño Lucius con una extraña calma en mi dirección. –No hay nada que puedas hacer o decir que pueda cambiar lo que él es.
