Lily Potter ha vivido bajo la sombra de su apellido, haciendo el papel de la hija perfecta de los Potter, y es que siendo hija del grandioso Harry Potter no se puede esperar menos.
Ella en realidad no es inconforme con su vida, ama a sus hermanos, a...
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James Potter
Desperté en un cuarto que no era el mío, en una cama que no era la mía, y en definitiva el hombre que me miraba sentado desde una silla a mi lado no era mi padre.
-James, que bueno que despertaste. Tenemos mucho de qué hablar.
-¿Señor Potter? Que...
-Fuiste víctima de un fuerte maleficio Imperios. Has estado inconsciente por casi 20 horas.
Trate de sentarme, pero de inmediato un fuerte dolor de cabeza me golpeo. Sentía como si mi cuerpo pesara una tonelada y cada uno de mis músculos hubiera sido masticado por una vaca.
-Tómatelo con calma, no hay apuro. ¿Recuerdas algo de lo que sucedió ayer?
-La verdad no, Señor Potter. Lo último que recuerdo es dormirme y luego despertar aquí.
Harry Potter asintió lentamente mientras se acomodaba en la silla. ¿Pero qué demonios había pasado? Acaso yo...
-Paso algo malo anoche, ¿verdad?
-Me temo que sí, joven Malfoy. Pero cualquier explicación tendrá que esperar un poco. –se levantó de la silla. –Habrá que esperar a que mi hija Lily despierte para poder hablar con todos.
Poco a poco, me arrastre hasta apoyar la espalda en la cabecera de la cama. Las palabras de padre de Lily por poco logran congelarme del susto. ¿Había atacado a Lily ayer? ¿Qué había hecho? Cerré los ojos tratando de recordar, pero solo hacía que mi dolor de cabeza aumentara y que ningún recuerdo de lo que fuera que paso la noche anterior apareciera por mi cabeza.
-Lamento haberle causado problemas a su familia, señor Potter. No era mi intención crear tanto alboroto cuando acepte la invitación que nos hicieron a Gretta y a mí.
-No te preocupes mucho, hijo. –murmuro Harry. –Cualquier cosa que hayas hecho ayer en la noche, estoy más que seguro de que no fue tu culpa.
-Se equivoca, señor. Es más mi culpa de lo que usted cree.
El padre de Lily me miro seriamente desde su silla y luego se levantó para dar unas vueltas en la habitación. Parecía estar pensando seriamente en algo, y la verdad me estaba poniendo bastante nerviosa.
-La verdad no sé qué creer en estos momentos, James. Hasta ahora, lo poco que Ginny me pudo contar es que mi hija parece estar envuelta en una relación amorosa bastante seria con usted, y que además han pasado cosas curiosas en Hogwarts los últimos meses.
Me puse rojo como un tomate. No había nada más incómodo en esta tierra que tener que tener esa "conversación" con el padre de tu novia, y mucho menos cuando era uno de los mejores magos vivos, el único hombre conocido que había sobrevivido a la maldición asesina. Si, eran pan comido.
Harry Potter se quedó de pie en medio de la habitación, mirándome y luego comenzó a reír. Espera, ¿Qué? ¿De qué se reía? La situación no era para nada graciosa. Yo había cometido a saber que locura la noche anterior y el padre de Lily estaba ahí, ¿riéndose de mí?
