Alguna vez dijeron no pasa nada y en realidad pasaba todo por su cabeza?.
Creo que a todos nos a pasado, alguna vez, pero el problema es cuando viene de una persona que amas, siempre he dicho que debemos hablar las cosas como son, que tenemos que ser claros, para poder entendernos, pero esta vez no, no quiero, no siento y no me da la gana de hacerlo, hoy quiero que me entiendan entre líneas, que aprendan a leerme, que descifren lo que siento o que se identifiquen, en la vida hay momentos en los que nos damos cuenta que las cosas no van hacia ningún lado en el camino que vamos, que no tiene sentido hacer o dejar de hacer algo y surgen muchas preguntas, cuando llegamos a ese punto de la vida, tales como: será que perdí mi tiempo, es acaso esto la sensación del fracaso?, y ahora que hago?, donde vuelvo a empezar? Y como lo voy a hacer?, pues nos da miedo el emprender otro camino, porque se vuelve algo desconocido, creo que la primera señal de que algo anda mal en cualquier sentido, es cuando nos imaginamos que por ningún concepto hubiéramos aceptado algo en otra ocasión y que ahora lo estamos haciendo, solo silenciamos nuestra conciencia diciéndonos: estoy cambiando es solo transición, tal vez esto no sea malo y así vamos hasta que dejamos nuestras convicciones, nuestra meta se va borrando, y nuestro camino desviando, podemos sentir decepción o nostalgia, pero nada va a cambiar hasta que demos el primer paso, aceptar nuestro error, luego no volver a dar paso a lo que nos está dañando, transformándonos en alguien que no somos, no debemos perder nuestra esencia, siempre debe haber algo que nos caracterice como seres humanos, llenarnos de valor y revisar en que parte del camino perdimos la brújula y volverla a tomar, que más podemos perder si tal vez en el desvío ya nos quitaron todo, si alguien lee esto debe saber que escribir entre líneas puede llegar a ser más cruel que decir una mentira y que sepa a verdad.
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Pequeñas acciones grandes cambios
Teen FictionEl modo en que vivimos una vida atareada llena de complicaciones, leyes y mandatos a seguir hacen que nos olvidemos de lo esencial de la vida del porque estamos aquí.