Capítulo 20.

4.7K 393 119
                                    

Leed la nota, es importante.

Ariana anduvo por el pasillo, con el corazón palpitando fuertemente, preguntándose cuál sería la reacción de Justin cuando le dijese cómo se sentía. Estaba tan colada por el rey que no se había dado cuenta de cuan extraño había estado actuando Rachel; ¿por qué sus emociones cambiaron tan drásticamente? ¿Estaba solamente buscando lo que dijo? ¿Por qué la animó a ir con el rey? Era algo extraño, pero solo le importaba Justin ahora mismo. Estaba deseando de verlo.

Sus pies caminaban rápidamente sobre el duro y frío suelo mientras las paredes del castillo iban creciendo ante ella. Estaba todo demasiado silencioso. Miró hacia los lados a medida que iba acercándose a la habitación del rey.

¿Qué diría él?, pensó ella, ¿cómo reaccionará?

Giró en diferentes esquinas y la puerta del dormitorio del rey quedó finalmente visible ante ella. Sonrió como una estúpida y anduvo hacia esa madera. Su respiración era profunda de haber llegado tan rápido, por lo que la relajó antes de entrar. Cogió la manivela de metal con la mano y abrió la puerta, haciendo ruido como siempre. Ariana entró en la habitación y cerró ésta detrás de ella.

Ansiosa, escaneó la habitación buscando alguna señal del rey y anduvo hacia el centro de la habitación. Estaba como siempre: su cama deshecha, lo que significaba que se había levantado. ¿Estaba en el salón ya? El desayuno iba a ser servido ya relativamente pero el rey nunca bajaba hasta que la comida estaba lista.

Ariana se acercó a su cama e inhaló el aroma fresco de Justin. ¿Dónde estaba? Se giró y pensó en cuánto le gustaría verle, decirle que amaba su regalo. Mirando por última vez, sus ojos cayeron en las puertas del balcón; una de ellas estaba abierta levemente, haciendo que una brisa fría llenase la habitación. Miró la puerta confusa y anduvo hacia ella, abriéndola del todo. Los rayos de luz llenaron la habitacion y Ariana dejó que el dulce olor de diciembre le llenase las fosas nasales.

Movió la cabeza esperando encontrar a Justin. Ahí estaba apoyado contra la pared del balcón y de pie. Sus ojos observaban los montes y prados nevados frente a él. Llevaba puesto un gran abrigo suave, manteniéndolo cálido del brutal frío, y los copos de nieve se habían adherido a su pelo, el cual estaba peinado hacia arriba. Sus ojos parecían cristales, como si estuviese en otro mundo.

Sin previo aviso, giró la cabeza hacia Ariana, la cual había estado quieta como un ratón, y sus ojos se fijaron en los de ella. Su expresión siguió neutra por un momento, hasta que una sonrisa verdadera creció en su cara revelando sus dientes blancos. Su cuerpo se apartó de la pared y se acercó a la chica frente a él lentamente.

—Ariana —dijo suavemente—, ¿qué estás haciendo aquí? —Sus ojos seguían fijos en los de ella, la cual observó sus ojos miel, que parecían más verdes que marrones en ese momento. Una ráfaga de viento la cubrió, pero ignoró el frío que la taladraba. Sus labios se curvaron también.

—Vi tu regalo —dijo—, no necesitabas hacer eso —continuó, mirando el suelo blanco. Sintió cómo el cuerpo de Justin se acercó y cómo sus dedos tocaron su barbilla, levantándola.

—Por supuesto que necesitaba hacerlo —dijo generosamente. Su respiración era visible en el aire helado—, quería regalártelo —Ariana tragó saliva con el corazón latiéndole rápido en el pecho mientras miles de mariposas volaban en su estómago.

—Vi a Harry hoy —dijo y la sonrisa de Justin desapareció levemente. Se apartó un poco y Ariana se arrepintió de haberlo dicho. Él miró el campo y suspiró—. Quería agradecerte que, ya sabes, no lo matases —habló Ariana, deseando que el humor de Justin cambiase. Él la miró con sinceridad.

KING → j.b → spanish versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora