Esos ojos que una vez me miraron con la ilusión de una niña pequeña en la mirada
Esas frases que me pediste que metiera en cuentos y te las diera en cucharadas para dormir
Hoy ya no puedo introducirlas en mis variopintas excusas, porque no hay argumento, no hay palabra que describa lo que hice
No hay minutos ni segundos para interpretar con la fugacidad de una pobre prosa de alcantarilla la vida que creí ofrecerte y en realidad te había vendido
Soy amante de tus sonrisas, respirador de tus lamentos, vivo acunado por la corriente que generan tus lágrimas al derramarse decepcionadas
Soy esclavo de esos silencios que guardas para ti y solo susurras de vez en cuando al alba cuando piensas que nadie se está fijando en lo que haces
Y camino entre verso y verso con los pies atados, la columna vencida por el peso de tus verdades y tus despedidas que nunca llegan a su orilla
Voy de un lado para otro despertando cada día en una almohada sin nombre con una dirección borrosa, en la que si entorno los ojos aún puedo contemplar las huellas que dejaste con los labios sin querer
Querer deprisa, aprender en el arte de amar despacio con plenitud de momentos imborrables
Besar apasionadamente sintiendo un adiós efímero que va dejando un rastro de mentiras adornadas con el tiempo
Y lentamente perder el sentido en el mar de tu frente, bañándome de memorias que estaban ahí pero que nunca antes me había parado a contemplar
Viviendo cual aprendiz de los errores cometidos, siendo un alumno del presente que va pasando al pestañear de forma inconsciente
Hice bien, hice mal, ando siempre equivocado
¿Caminé en la dirección correcta o simplemente me dejé llevar y ahora sufro el pecado?
¿Por qué una lágrima? ¿Por qué no dos?
¿Quién llorará ahora resbalando por los tejados?
Agravando la situación de habernos encontrado
¿Me lamento por no decir nada? ¿O huyo entre la maleza con la poesía bajo el brazo?
Amor difuminado en la pared con tinta que no se borra, con tinta que no soy capaz de volver a escribir
¿Será el bolígrafo? ¿Será el amante?
¿Qué es lo que me mantiene en el limbo de no saber si estoy despierto o eres el producto de un mal sueño?
Engaños, mentiras y que haceres mal descritos
Dolores, lamentos y un cuaderno en blanco con poemas desordenados
Lloros, quejas, consuelo de secano, desierto de regadío
Risas y abandono, casando mi mente con el hecho de no verte un solo instante
Quiero ser el barco, del que tú seas navegante
Y tener la oportunidad de aparcar mi deseo en tu aeropuerto
Desordenando la brisa de tu espalda con los dedos
Mientras tratas de averiguar si todo fue real o está basado en otro cuento
Cientos de excusas válidas, pero no me atreví a delatar el engaño
Ver la traición ante tus ojos y no saber si saludarla o despedirla con la mano
Millones de por qué sin respuesta y no encontrar el hilo conductor que hace que flotar no sea mundano
Estoy loco, me equivoqué dándome la oportunidad de quererte
¿Acaso el desvarío es providencial?
Un destino subrayado por el don de la inocencia de tus besos dibujados
Ensoñaciones producto de la luz de tu pupila en mi retina derretida
¿Y si me pierdo entre el espacio y el tiempo y no miro hacia atrás?
Contemplando bajo un océano de estrellas un infinito cayendo gota a gota, estrella a estella sobre mis hombros cansados
Decaído, somñoliento y taciturno poso mis dedos sobre una taza de té que ha perdido el calor por la llegada de la noche
¿Me preguntas si me duele? ¿Duelen mil soles abrasantes en las yemas de mis dedos?
Infiernos que me torturan, me taladran, me atraviesan, con sus pecados capitales acechándome desde la oscuridad lacerantes por haberme enamorado
¿Cometiste un error? ¿Te enamoraste de otro?
Yo te amaré como la primera vez y probablemente quede atrapado en el final de tus pestañas como una mota de polvo que viaja desperdigada por el viento
¿Me caso contigo?
¿Qué dice tu marido cuando llegas tarde?
¿Te escribo cartas?
Sé que está mal, pero me siento obligado a enamorarte
¿Culpas a la lluvia de lo que pasó?
Fue el paragüas el culpable de lo nuestro
Que se escapó de tus manos y acabó aterrizando en mi corazón aquella fría tarde de invierno
¿Y las gotas de agua heladas?
Tienen la culpa de que mis ojos y los tuyos se encontraran en aquel lugar que no recuerdo pero que jamás olvidaré haber visitado
Somos amantes
Pero amantes de lluvia
Somos estrellas
Pero estrellas de un cielo sin nombre
Somos agua
Agua que cae gota a gota y se derrama lentamente
Somos tú y yo, no hay más nadie
Y me basta para un poema o dos antes de marcharme
No me despediré, creo que ya es tarde
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Ensoñaciones del duende de Sevilla©
SonstigesTe gusta la poesía?, déjate arrebatar los sentimientos por mis profundas invenciones. Prometo no defraudarte ;)