Ensoñaciones del duende de Sevilla©

Poesía 3: Su dulce voz

Entre tus dulces melodías
Me encuentro durmiendo tranquilo
Qué nadie me despierte
Qué nadie me aparte de su lado
Que su voz duerme mi ira y mi hastío

No digas que tu voz no es bonita
¿No ves que al sol levanta?
¿Qué todos mis males quita?

¿No notas como el tiempo se detiene cuando hablas?
Dejándote deleitarle con tu dulce sonata
Cuento invernal de noches estrelladas

No digas que tu hablar es extraño
es de otro mundo
¿No ves que vives en un lugar lleno de ciegos?
Que no aprecian tus sinfonías suaves
E inocentes
Llenas de simpatía sin igual y corazón

No me digas que estás marchita
Pues me debilitas
Me desarmas
Dejando a este pobre escritor
A merced de tu poesía incomparable
Sin poder evitar pestañear para descubrir si todo esto ha sido un sueño,
Una broma del destino cruel,
Que ha puesto a una sirena a cantar para desordenar mis tempestades