Posdata: Te quiero. [Fanfic Gernay♡]

30.

Aviso que el capítulo contiene Lemmon pero no muy fuerte así que si quieren leerlo, bueno no es mucho😂

Narra Lenay

Lo besé hasta que no aguanté más y le saqué su camisa. De a poco subimos a la habitación. Germán contemplaba cada centímetro de mi cuerpo como si no lo hubiese visto jamás. Acaricié su pelo y me quité la blusa. Germán se sacó su pantalón y yo hice lo mismo con mis shorts. Quedamos en ropa interior, aunque no duró mucho. Y poco a poco el ambiente se volvía más y más caluroso. Germán repetía mi nombre una y otra vez, y yo solo disfrutaba de ese momento.
Luego nos recostamos y nos dormimos un rato.

Narra Germán

Estaba tan feliz de haber estado con Lenay, supuse que las cosas se solucionarían.
Luego de una hora ella seguía durmiendo, así que decidí bajar y hacer una merienda.
Después de 20 minutos bajó Lenay, un poco rara, no me miraba ni me dirigía la palabra. Pero, preferí pensar que era mi imaginación. Le serví su merienda y sin decir nada comenzó a beber el café.
–Lele ocurre algo? – pregunté preocupado.
–Em, a mi?– Habló confundida– No, no lo sé...
–Segura? Puedes decirme lo que sea.
–Okay.
–Si quie– intenté insistir.
– Okay te diré! Es que, mira yo te amo, pero no estoy preparada para todo esto...– Confesó.
– Preparada para qué? – Dije dudando.
–A lo que me refiero es que... No quiero lastimarte, y siento que lo voy a hacer porque no estoy preparada para conllevar esta relación. Estoy muy dolida, y no quiero hacerte daño.
– Pero, tu no me haces daño. Si estás dolida por favor cuenta conmigo.
– Es que...
– No te entiendo...– Negué con la cabeza.
– Qué no entiendes?
– Que vengas aquí, que la pasemos bien, que nos besemos, y que ahora me digas esto... Perdóname pero no lo entiendo.
– Ash– miró hacia abajo.– Nadie nunca me entiende.
– No te entiendo, pero quiero hacerlo. Dime que te pasa por favor yo quiero ayudarte.
– Nada, no importa...
– Pero Lele-
– No importa. Creo que debería irme.– Dijo levantándose de su silla.
– No, espera. No te vayas, así no tienes que estar sola en tu casa...
– Pero, yo tampoco te entiendo, te trato mal, y tu...
– Es que yo te amo. No quiero que estés mal, y si no estás conmigo quiero asegurarme de que estés bien. Así que... aceptas mi propuesta?
– Okay...
– Te quiero mucho.
– Bueno, yo, también– sonrió y por fin me miró a los ojos.

Esa noche bajé una manta y una almohada y me recosté en el sofá que estaba más duro que una piedra, pero me aseguraba de que Lenay esté bien.