Narra Germán.
Me desperté, adolorido y bastante incómodo. Subí para ver como estaba Lenay, para mi sorpresa no estaba. Sabía que no se quedaría. Encontré una nota en el medio de la cama, la agarré y comencé a leer.
Germán.
Siento mucho si te lastimo, te quiero, en serio. No te mentí nunca, lo que siento por ti es real. Pero no puedo, no puedo conmigo misma. No estoy bien, lo siento mucho. Espero que siempre te vaya muy bien, y ódiame si quieres. Creo que es lo mejor, ya no tienes que preocuparte por mi, preocúpate por ti, por favor. Ojalá encuentres alguien que te ame tanto como yo, porque créeme, nunca amé a alguien tanto como a ti. Hasta siempre.
Lenay.
Esa carta me destrozó. No podía creer que estaba pasando, y por primera vez le hice caso. Siempre me preocupé por ella y jamás lo dejaría de hacer. Pero si no me necesita, capaz deba pensar un poco en mí. Le mandé un último mensaje, sin esperar respuesta alguna.
Hola Lenay. Acabo de leer la carta. Si no me necesitas te respeto. Siempre me he preocupado por ti y no dejaré de hacerlo. Pero quizá sea momento de pensar en mi. Cambiaré mi número, además me voy a mudar. Era una sorpresa, hice una casa para nosotros dos, y si las cosas cambiaban te lo diría pronto. Me iré allí. Yo también te deseo lo mejor, y lo siento mucho. Siempre te amaré, cuenta con eso. Hasta siempre, mi Lenay.
Luego de mandar ese mensaje quité el chip. Fui a una empresa de celulares, y pedí un chip nuevo.
En la noche, llamé a mi amigo, que ya había terminado la casa. Le dije que quería irme lo antes posible, me dijo que en la mañana siguiente ya podría ir.
Así fue como al despertarme empaqué todo, dejé mis muebles, quería empezar desde cero conmigo mismo. Sinceramente, la casa era bastante grande, la había pensado para dos personas, pero no quería venderla a pesar de todo. Ahora tendría dos cuartos de invitados.
Narra Lenay.
Cuando vi el mensaje de Germán, mis ojos se llenaron de lágrimas. Sentí un poco de arrepentimiento. Le contesté con otro mensaje, pero nunca llegó.
No hace falta que cambies tu número Germán, si necesitas algo, aunque ya no seamos nada puedes hablarme. Lo siento.
La tarde siguiente fui a su casa, pero ya no estaba ahí. Lo había perdido, para siempre.
-Que estúpida! Fui tan impulsiva, tan mala con el. Cuando solo quería ayudarme!- comencé a llorar, y una mano tocó mi hombro.
-Estás bien? Toma- me dio un pañuelo.
-Gracias.
-Cómo te llamas?
-Lenay, tú?
-Alexander, mucho gusto. Sé que soy un completo desconocido, pero si quieres, podemos salir a divertirnos hoy en la noche, y así quizás te olvidas, por lo que sea que estés pasando.
-No creo que sea una buena idea- lo reconsideré.- Sabes qué? Mejor sí, me vendría bien un poco de distracción.
-Ok, nos encontramos en Rolley hoy en la noche?
-Sí. Claro, adiós Alexander- dije y me alejé caminando.
Esa noche, tal como habíamos acordado, nos encontramos en el bar. Nos sentamos en la barra y comenzamos a tomar un poco. Él me contaba su vida, yo la mía y de a poco, tomamos más y más, hasta que ya nos caíamos con solo pararnos.
Me acerqué un poco a él y lo besé. El beso fue tomando cierta intensidad, pero en medio de todo eso, recordé a Germán y me alejé.
-Lo siento Alexander, no puedo hacer esto. Debería irme a mi casa.
-Está bien, creo que nos apresuramos, tranquila. Estamos borrachos no pensamos bien las cosas.-ríe- Te llevo?
-No puedes conducir.
-No, pero podemos tomar un taxi.
-Ok...
-La cuenta por favor- pidió Alexander.
-No! déjame pagar a mi, tu me convenciste de venir y aunque estoy borracha-hice una pausa y reí- no puedo negar que si la pasé bien.
-No importa, la próxima invitas- Sonríe.
-Oh, ósea que ojo por ojo diente por dienta, ah?- Reímos ambos.
Luego de pagar la cuenta, nos tomamos un taxi. Al llegar me pidió mi número. Se lo di, estaba mal pero el me hizo olvidarme un rato de mis problemas. Bajé del coche y entré a mi casa.
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Posdata: Te quiero. [Fanfic Gernay♡]
FanfictionGermán es un chico al que le gustan las fiestas, salir con amigos, estudiar, los animales y la música. Lenay es una chica a la que me gusta salir a veces, estudiar, ama los gatos y la música. Diego invitará a Germán a una fiesta, y esa noche el c...