Capítulo 5

227 24 27
                                    

-No vuelvas a decir eso...

-Ojalá no me hubiese enamorado de ti. -Dije con la única intención de molestarlo. -Ojalá nunca te hubiese conocido. Ojalá no me hubiese besado. Ojalá no hubiese dicho que te quería...

-Se que no piensas eso.

-¡PUES DEJA DE HACERLO! ¡DEJA DE SABERLO TODO! -Rompí de nuevo a llorar.

-Te quiero.

-No vuelvas a decir eso.

-Te quiero. Te amo más que a nada en el mundo. Te regalaría mi vida entera, aunque al final fuese tan corta como un suspiro.

[2 SEMANAS ANTES]

-Venga par de tortolitos, bajar ya a comer. Algunas tenemos hambre. -Gritó Yuri desde el piso de abajo. Aiden y yo nos dirigimos hacia la cocina, pero en el camino no pude evitar comentarle...

-¿Cómo cogiste mi móvil y llegaste tan rápido?

-Secretos de ángeles... Por cierto, ten. -Dijo extendiéndome mi teléfono.

-Gracias. -Dije volviendo a abrazarlo. 

-¿Qué hay para comer? -Dijo Leo mientras entraba a la vez que nosotros a la cocina.

-¡PIZZA! -Gritó Nare.

-Ya entiendo porque tu madre dijo que cuidara de vosotras... 

-Sabemos cuidarnos solas. -Intervino Audrey, que estaba sentada encima de la vitrocerámica que Yuri estaba a punto de encender. Rápidamente, Leo la cogió en brazos y la sentó encima de la mesa. -¿A QUÉ VINO ESO?

-Te ibas a quemar.

-Oye Kira... ¿No tenías una patada pendiente que darle a este tío?

-Supongo que sí... Sin embargo, la gente cambia... -Dije acercándome a mi ex con una sonrisa.-por eso no te daré una patada.

-Vaya, muchas gracias Kira... -Pero, nada más que terminó la frase, le di una gran colleja.

-Esa fue por idiota. ¿Qué clase de estúpido repelente le pone los cuernos a su novia?

-¿Te puso los cuernos? -Intervino Aiden. -Eres un auténtico gilipollas... Kira, ¿Te acuerdas del Springfield M1a1 supermatch? Lo tengo arriba, tráelo.  -Leo empezó a palidecer.

-Va... ¿Va en serio tíos? -Aiden se acercó a uno de los cajones que había y sacó de él un enorme cuchillo.

-Con mi novia todo va en serio. -Dijo mientras levantaba el cuchillo en el aire. Se puso a bajarlo con fuerza, y cuando estaba a punto de tocar los rizos de Leo, Aiden se detuvo y se puso a reír. -Pensó que le mataría de verdad. -Dijo entre risas mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos. Estaba completamente loco... Y yo estaba completamente enamorada de su locura. 

Yo también me puse a reírme de la cara que había puesto el rizoso, y pronto mis amigas se unieron

-Estáis todos locos. -Dijo el chico yéndose de allí.

-Ya me cae bien tu novio, Kira... -Dijo Nare aún entre risas. Los cinco nos pusimos a comer la pizza y cuando terminamos, Nare, Audrey y yo decidimos ir a la playa, pero Yuri se quedó a preparar un pastel con la ayuda de Aiden.

Fuimos a nuestras habitaciones para ponernos los bikinis. Cuando llegamos al salón avisamos a todos de que estaríamos en la playa. Salimos por la puerta trasera, dimos literalmente cinco pasos y ya habíamos llegado. Creo que me podría acostumbrar a eso de no tener que estar media hora en coche para bañarme en el mar...

Nos sentamos en nuestras toallas y mientras Nare se quedaba leyendo un libro, Audrey y yo fuimos a bañarnos al mar. Cerca nuestro había un grupo de chicos de nuestra edad más o menos, y desde lejos vi como se dirigían a donde estaba sentada mi amiga.

-Perdona ¿Eres de esa casa?  -Le preguntó el chico a Nare mientras señalaba la mansión de mis tíos. Ella no respondió y seguía leyendo el libro hasta que le volvieron a preguntar.

-¿Ha... Habláis conmigo?

-Sí. -Dijo el chico sin dejar de sonreír

-Oh, si, soy de esa casa... Bueno, vivo en ella... Bueno, en realidad tampoco vivo en ella. Solo estaré aquí un mes. -Dijo mi amiga. Era penosa hablando con gente que no conocía. Bueno, y a veces, si la conocía también... Ella era más de escribir que de hablar...

-¿Así que estarás aquí un mes?

-Sí

-Que bien que seas nuestra vecina.

-¿Vecina? ¿Vivís cerca? 

Ellos señalaron otra casa mucho más pequeña que la nuestra, de un color rojo burdeos y de aspecto rural.

-Genial, entonces nos veremos a menudo. -Dijo Narella.

-Sí, nos vemos. -Ya se estaban largando cuando el que había estado siempre hablando se dio la vuelta y le pregunó. - Por cierto, ¿Cuál es tu nombre?

-Ah... Eh... Narella, llámame Nare.

-Encantado Nare, yo soy Jorge.

-Encantada. -Dijo sonriendo, y entonces, el grupo de chicos se fueron. Audrey y yo nos acercamos a nuestra amiga.

-¿Qué fue eso? -Pregunté emocionada.

-¿El qué? Espera...¿Os referís a lo de que esté leyendo crepúsculo? ¿Sois del equipo Edward? Yo soy del equipo Jacob.

-Nare... Nos referimos a los chicos.

-Ahh... ¿Y qué pasa con ellos?

-¿Todo el día leyendo wattpad y no te has enterado de que estaban ligando contigo? -Solté

-Pero eso no es ligar, es ser amable. ¿No?

-No. -Dijimos Audrey y yo a la vez.

-Vosotras si que leéis demasiado... ¿Sólo por preguntarme que si vivía en esa casa está ligando conmigo?

-Sí. -Respondimos de nuevo al unísono.

-¿Sabéis qué? Ya empieza a hacer frío... ¿Por qué no hacemos una hoguera en la arena y estamos toda la noche contando historias de miedo?

-¡NO! -Dije rápidamente. No soporto las historias de miedo, y menos si quieren que las contemos de noche...

-Bien... Pues nada de miedo... ¿Pero qué hay de la hoguera?

-Eso si me parece bien. -Dije

-A mi también. -Habló Audrey

-Pues vamos a decírselo a los demás.

.

.

.

NOS VEMOS EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO. GRACIAS POR LEER.

Cómo matar a un ángel  2Where stories live. Discover now