{NARRA NARE}
Me puse a correr como loca intentando encontrar una salida. Había dejado atrás a Jorge, pero no tenía otra opción.... Además, mi propia conciencia me lo dijo... Así que debe de ser lo correco. Me alejé lo más posible del ruido de pisadas y entonces descubrí una salida... O, más bien, caí en una salida que me llevó directamente a una playa... Me levanté de la arena... Había sido una caída realmente dolorosa. Me toqué el trasero... Auch! Creo que tendré moratones...
Miré a mi alrededor intentando ubicarme... Encima mío podía ver unas rocas. Jamás habría sospechado que entre ellas pudiese haber pasadizos... A mi derecha no había más que arena, pero a mi izquierda, como a unos 200 metros, estaba la enorme casa de mi amiga. Me puse a correr en esa dirección... Era muy de noche, por lo cual no pude ver cuando me tropecé en la arena con una especie de piedra...
<<Dios, que torpe eres...>>
Anda, hola Concien... Conde. Ya deberías saber que soy así... -Pensé mientras me levantaba y seguía caminando.-
<<La noche está preciosa desde aquí...>>
Yo tampoco la veo tan bonita...
<<Sube al faro y te aseguro que cambiarás de opinión...>>
¿Al faro? Ni siquiera tengo las llaves... ¿Cómo se supone que voy a entrar?
<<De eso ya me encargo yo...>>
De acuerdo...
Desvié mi ruta y me puse a caminar en dirección al enorme edificio. Cuando llegué por fin, como era de esperar, la puerta estaba cerrada con llave... ¿Y ahora qué?
<<Venga Nare... Utiliza la cabeza>>
¿Mi cabeza? Mmm... De acuerdo. -Le metí un cabezazo a la puerta, y como era muy vieja, se abrió más fácilmente de lo que esperaba... Al final lo de ser Aries si sirve para algo...
<<Eres una completa idiota>>
Y tú, por que al fin y al cabo, somos la misma persona ¿No?
<<Se podría decir que somos similares...>>
Lo que tú digas... -Subí las escaleras de caracol y cuando estaba llegando casi arriba del todo, escuché algo...-
-Shh... Kabra... Deja de hacer ruido. Ella vendrá...
-Perdón, perdón...
Las voces venían de un hueco oscuro y eran muy ásperas y graves... Un escalofrío recorrió mi cuerpo y mis pies, actuando sin permiso de mi cabeza, se pusieron a correr en dirección a la salida. ¿Quién diablos estaría allí? Pasé verdadero miedo... Corrí hasta la casa y entré dando un portazo. Entonces...
{NARRA KIRA}
Estábamos caminando muy rápido rastreando todo lo que pidiese servir como pista para encontrar a Nare y a Jorge. Debían de estar encerrados en aquellas cuevas, pero... ¿Dónde? Escuchamos unas pisadas así que decidimos ir lentamente en esa dirección...
Caminábamos por los pasillos de piedra, alumbrados únicamente por la luz de las velas colgas de la pared... Giramos a la derecha, luego todo recto, otra vez a la derecha y... ¡BINGO! Encontramos a Jorge. Estaba en una especie de celda y estaba dormido. Inspeccioné todo con una mirada y mis ojos fueron a parar en una pequeña mesa de metal. Había un bote de lo que adiviné que sería cloroformo.
-Hay que sacarlo de aquí... -Dijo Aiden. -Creo que estos barrotes están algo oxidados, podré romperlos con algo de fuerza...
Mis amigas y yo nos hicimos un poco atrás para dejar espacio a mi novio... Dios, sonaba tan increíble decirlo... MI novio...
-Kira... ¿Porqué sonríes como foca retrasada? -Preguntó Audrey sacándome de mis pensamientos...
-¿Eh? Ah.... Nada... -Dije agachando la mirada. Aiden se limitó a reír... Por dios, seguro que lo había escuchado lo que pensé... Aish... Mis mejillas estaban bastante rojas...
Al fin Aiden rompió uno de los barrotes. Como Yuri y yo somos las más pequeñas y delgadas, los atravesamos sin problemas. Aunque, a decir verdad, creo que no hacía falta la fuerza de Denny, porque habríamos cabido de todas maneras... Aunque el cuerpo de Jorge no.
Me pregunto dónde diablos estará Nare...
-Y... ¿Ahora qué? -Preguntó Audrey
-¿Que de qué? -Dijo Yuri
-Pues que qué hacemos...
-Buscar a Nare...
-Kira, no te ofendas, pero creo que no deberíamos hacer eso... Primero concentrémonos en buscar una salida. Sino... ¿Qué haríamos con un chico y una chica dormidos? Habría menos posibilidades de salir... -Nos cortó Aiden... Su comentario me había sentado como una patada en el estómago, pero lo que más me dolió fue saber que tenía razón...
-Vale... -Dije con un suspiro. -Mañana nos despertaremos temprano y volveremos.
-Kira... ¿Quién te dice que vallamos a salir esta noche? -Dijo Audrey. Estaba sentada en el suelo, con la cabeza agachada.
-No digas eso... Te prometo que esta misma noche saldremos de aquí y podremos estar dándonos un baño caliente en el jacuzzi que tienen mis tíos en la casa...
-De acuerdo... Ahora, a caminar. -Ordenó poniéndose en pie. Aiden llevaba en su espalda a Jorge mientras que las demás buscábamos posibles salidas.
Después de media hora andando, Yuri habló.
-Oye... Hay que separarse. Si vamos juntos será más complicado encontrar por donde salir que si nos dividimos en cuatro.
Todos asentimos... Sí, yo también... Por más que no me gustase la idea de separarnos, Yuri tenía toda la razón... Yo fui por uno de los pasillos pero de repente...
-¡AHH! -Escuché como gritó una de mis amigas.
-¿Audrey? -Pregunté al aire, intentando que alguien me respondiera. Entonces...
-¡AHH! -Gritó esta vez quien creía que era Yuri. Ambos gritos venían del mismo lugar, así que me puse a correr en esa dirección cuando...
-¡AHH! -Esta vez, el grito no lo había dado ninguna de mis amigas... Tampoco Aiden, ni cualquier otra persona. Fui yo. Ya entendía el alboroto causado por mis amigas... Al final, habíamos dado con una salida, aunque no fue como esperábamos. Un agujero nos tragó y caímos en la arena. No creáis que fue placentero... Después de 5 metros más o menos de caída, aquella blanda arena se convertía en cemento... Auch... Miré a mi alrededor y vi a mis amigas. Audrey se tocaba las costillas mientras Yuri hacía muecas de dolor al pasar su mano por su cabeza. Me puse de pie y grité.
-¡AIDEN! ¡ENCONTRAMOS LA SALIDA! ¡SALIMOS! -Dije ilusionada con la esperanza de que me oyera. Entonces, vi su cabeza asomar por el hueco por el que habíamos caído. El solo sonrió y saltó. Pero, algo faltaba... Más bien, alguien...
-¡JORGE! ¿Dónde está? ¿Qué hiciste con él? -Pregunté preocupada agarrando a Aiden de la camiseta.
-Ah... Él está arriba.
-A... ¿Arriba? ¿Acaso estás loco? ¿Cómo se te ocurre dejarlo ahí?
-Que poco te fías de mi, princesa...
Entonces volví a mirar hacia arriba, donde me encontré con la mirada de Jorge... Aquel chico por fin había despertado. Saltó al igual que Denny, y cuando llegó al suelo, se dedicó a limpiarse los hombros de su camisa.
-¿Y Nare? -Preguntó mientras ponía los brazos en jarra.
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Cómo matar a un ángel 2
RomanceEn esta segunda parte, descubriremos que no todo es tan fácil como pensábamos. Kira está dispuesta a pasar el mejor verano de su vida al lado de Aiden y de sus amigas en la playa... ¿Pero qué pasará cuando un angelito descubra que a esas vacaciones...