Cómo matar a un ángel 2

Capítulo 13

-Me iré -Dijo Aiden. Unas lágrimas inundaron mis ojos y nublaron mi vista

-No, no te vayas.

-¿Porqué? ¿Acaso me amas? -Preguntó él. Pero esta vez no fue como las anteriores, no había ninguna sonrisa adornando su rostro, en él solo se reflejaba dolor.

-Mucho...

-Alguien dijo una vez que si amas a alguien, déjalo ir.

-Era solo un cobarde que no tuvo el valor de jugársela por alguien... Pues si realmente amas, darías la vuelta al mundo para que funcione.

[1 Semana antes] {NARRA KIRA}

-¿Y Nare? -Preguntó Jorge.

-No estamos seguros de donde está. -Susurró Yuri. Jorge se limitó a bajar la mirada, pero pronto la volvió a subir, no tenía reflejada tristeza en su rostro, ni tampoco preocupación, ni ningún otro sentimiento parecido... Su mirada era dura y cargada de ira.

-Sois una banda de incompetentes... -Susurró. ¿Qué diablos le pasaba a aquel chico? Nunca lo había visto comportarse de esa manera... Es más, incluso me asustó la forma en la que lo dijo.

-¿Disculpa? -Dijo Audrey.

-Que si yo hubiese estado allí, Nare estaría ahora a salvo... Malditos inútiles...

-Mira niño... No se muy bien quien te crees... Pero te aseguro que eres menos de lo que piensas. ¿Cómo te atreves pequeño gusano a decirnos tal cosa? ¿Te crees importante en la vida de Narella? ¿Crees que nosotras no estamos preocupadas por nuestra amiga? Yuri sujétame o te juro que me lo... -Audrey no pudo terminar la frase por que Yuri fue rápidamente a sujetarla por la cintura. Audrey intentó correr mientras se remangaba la camiseta... Realmente estaba furiosa, y si yo fuese Jorge, tendría bastante miedo...

-Como imaginaba... Ninguno de vosotros es normal... Primero, está la que se cree muy dura... Audrey, amiga mía, no matarías ni a una mosca... -Dijo pegando su cara muy cerca a la de mi amiga, aunque pronto la separó para dirigirse a Aiden. -Tú... El chico rarito que además de leerle la mente a su novia, piensa que un buen cuerpo es todo lo que necesita para triunfar en la vida... -Sin moverse de donde estaba miró fijamente a Yuri. - Y que hay de la pequeña Yuri... Yuri, Yuri, Yuri... Morirás sola, nadie te quiere de verdad, ni tampoco te querrá nunca. Solo eres una niña intentando a hacer felices a los demás... Imagino que ser herido es mejor a que otros lo sean... ¿No te parece? -Entonces soltó un bufido y caminó hasta situarse delante mío. - Y tú...

No pude evitarlo... Hice lo que tenía que hacer... Le solté un puñetazo en la nariz, la cual empezó a sangrar. Hizo una mueca de dolor, pero rápidamente me volvió a mirar.

-Puedes creerte la heroína de esta historia... Pero no eres más que una absurda niña tratando de convertirse en alguien capaz de defender a los suyos... -Soltó una escalofriante carcajada mientras se enderechaba y sacudía su camisa. Se puso a caminar hacia la izquierda, pero cuando ya se había alejado unos metros de nosotros se volvió a girar. -Ah... Y, ni una palabra de esto a Nare.

{NARRA NARE}

En casa no había nadie... ¿Dónde diablos se habría metido todo el mundo? Tal vez ya estuviesen durmiendo, así que opté por hacer lo mismo y me dirigí a mi habitación silenciosamente. Me puse el pijama y me metí en la cama, muerta del cansancio. Pero aún no quería dormir...

Conde... ¿Estás ahí?

<<Claro, siempre estoy aquí>>

¿Porqué apareciste así de repente?