Capítulo 20

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-Te contaré todo... Pero no aquí. -Dijo Nare agarrándome la mano mientras soltaba la guitarra para dirigirse a la playa.

{NARRA AUDREY}

-¿Dónde se metieron Nare y Kira? -Pregunté sentándome en una de las mesas de la cocina mientras veía como Yuri metía unas galletas al horno.

-Ni idea...

-Oye chicas -Dijo Auden de repente entrando en la cocina. -Decidle a las demás que tenía que ir a hacer una cosa ¿Vale?

-¿Una cosa? -Preguntó mi amiga. Siempre tan desconfiada... Le di un codazo para que se callara.

-Se lo diremos.

-Gracias, adiós. -Añadió antes de salir por la puerta de la casa.

-¡Yuri! -Grité en tono reprochante.

-¿Qué? No es mi culpa sospechar cosas...

-Yuri, es Aiden.

-¿Y?

-Pues que hemos estado casi una semana con él... Hemos jugado juntos al monopoly, hemos estado todos en el cumpleaños de Kira... Bueno, salvo Nare... ¡Y hemos visto que la pequeña Kiruska le quiere!

-Ya, pero...

-Nada de peros, eso es suficiente. -Dije antes de que alguien tocase el timbre. -¿Ves? Seguro que al único sitio al que iba era al jardín, a mear una planta para sentirse más hombre o algo así.

Abrí la puerta esperando encontrarme con Aiden, pero...

-¿Quién rayos sois?

-Encantados de conocerlas, señoritas. -Dijeron dos tipos echándome a un lado de la puerta y entrando en la casa. ¿Pero qué se habían creído?

-¿Audrey? -Preguntó Yuri detrás mío. -¿Quiénes son?

Me limité a encogerme de hombros, sin separar la mirada de los dos individuos...

-Tranquila, preciosa. -Dijo uno de ellos con una expresión relajada mientras que el otro observaba todo lo que había a su alrededor sin la más mínima discreción. -Yo soy Newt, y este, es Jem.

Newt era pelirrojo y tenía los ojos de un verde intenso, cerró un segundo los ojos, esbozando una magnífica sonrisa de dientes blancos.

Su compañero no paraba de mirar todo a su alrededor... ¿Qué diablos le pasaba? Era incómodo que lo hiciese... ¿Porqué no paraba?

-Es que es inevitable fijarse en todo lo que hay aquí. -Dijo Jem encogiéndose de hombros.

-¿Qué? -Preguntó Yuri con una expresión casi tan confundida como la mía.

-Que es inevitable fijarse en todo lo que hay aquí. -Repitió el chico un poco más lento que la primera vez.

-Me refería a que...

-¿Dónde está Aiden? -Habló Newt interrumpiendo a mi amiga, con expresión de impaciencia...

-¿Porqué? -Pregunté desconfiada.

-Tranquila, no vamos a matarlo ni nada así... -Siguió el pelirrojo, haciendo que su amigo soltase una carcajada limpia.

-Se ha ido.

-Esperaremos a que vuelva.

-¡No! -Dije molesta. ¿Se creían que les dejaría estar en nuestra casa así como así? Ni siquiera los conocía...

-Demasiado desconfiada... -Dijo Newt, acercándose tanto a mi que podíamos respirar el mismo aire. -¿Porqué no dejamos de hablar y hacemos algo más divertido? 

Una sonrisa ladina se dibujó en su cara, que cada vez se veía más y más cerca.

-¿Juegos de mesa?

-Claro, podemos jugar en la mesa, en el sofá, en el suelo... Donde quieras. -Su amigo soltó otra carcajada. No entendía porqué se reía, ni tampoco el chiste del pelirrojo... ¡Por supuesto que los juegos de mesa se pueden jugar en cualquier lugar!

-¡Fuera de aquí! -Grité molesta (en mayor parte por no haber pillado su chiste), intentando empujar al pelirrojo para que se apartase.

-¡Jem! -Dijo él, con una mirada fría, sin moverse ni un centímetro a pesar de todos mis esfuerzos. Al cabo de pocos segundos apareció su compañero. No me había dado ni cuenta de cuando se había ido y... Espera un segundo. ¡YURI! Ay, dios, ella tampoco estaba.

-Tranquila, no le hicimos nada a tu amiga... 

Y antes de poder decir una sola palabra, me perdí en los ojos de Newt y todo empezó a ser más complicado... Mantenerme en pie era cada vez más díficil y sentía como si se me hubiese olvidado de respirar...

Me desmayé.

Entonces, un olor a alcohol inundó mi olfato, haciendo que frunciera el ceño ante aquel asqueroso ambiente que de repente sentía.

-¡Se está despertando! -Gritó un chico con una risita. Abrí un poco los ojos y lo vi, allí sentado. Todos los recuerdos llegaron de golpe. Yo, en casa, cuando dos tipos extraños entraron y luego... Luego me desmayé. Newt. Ahora lo recordaba. El chico que me miraba con una sonrisa burlesca se llamaba Newt. -¿Así que no te gusta el olor a alcohol?

Solo negué con la cabeza, contéstandole no se muy bien porqué. Me miró con detenimiento, y luego se acerco mucho a mi.

-Que... ¿Que haces? -Pregunte incómoda intentando alejarme sin resultado, ya que la pared en la que ahora apollaba mi espalda me lo impedía.

Entonces, Newt me olfateó, como si fuera un perro. Me dedique a poner una mueca cuando lo hizo y entonces retrocedió.

-Tú tampoco hueles demasiado bien... ¿Sabes?

Y no, no tenia ni idea de que responder.

TARDÉ! lo se... Pero al fin volví!
Lo primero, perdón por no actualizar... Exámenes, viajes y estrenos... ASÍ NO SE PUEDE! Otra vez, perdooon, prometo publicar mas de seguido... ❤ gracias por leer



















Cómo matar a un ángel  2Where stories live. Discover now