Capítulo 9

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Me desperté, y nada más hacerlo miré por la ventana. Aún era muy de noche y el cielo estaba muy oscuro. Aún se podían apreciar los restos de nuestra hoguera. Me tapé la cara con la almohada. Estaba realmente cansada ¿Porqué no me podía dormir? Salí hacia la cocina a por un vaso de leche. Estaba en el pasillo cuando las luces se apagaron, aunque en seguida se volvieron a encender. Maldita sea, tan solo había sido un pequeño apagón, casi me muero del susto. Cuando estaba intentando alcanzar el cajón donde estaban los vasos me fijé en una pequeña trampilla que estaba entreabierta. Jamás me había dado cuenta de que estaba allí. Me metí dentro y bajé unas escaleras. Como no veía nada apunté con el flash de mi móvil, aquello estaba de lo más oscuro... Seguí el camino hasta que llegué a una sala y... AHH!!! Creo que ya encontré a Leo... Sus pies estaban atados al techo y su cadáver colgaba boca abajo.

-Mierda, mierda, mierda. -Abrí los ojos mientras miraba perpleja a mi alrededor. Estaba en mi habitación...

-¡¿DÓNDE ESTÁ NARELLA?! -Gritó Yuri con su estridente voz.

-¿Qué pasa? -Dije mientras salía de mi habitación, cosa de la que me arrepiento totalmente, porque nada más hacerlo, la luz que entraba por las ventanas del pasillo me dejó medio ciega...

-¿Has visto a Nare? -Preguntó mientras me sacudía frenéticamente.

-No, no, ¡NO! Pero para de agitarme, no soy un colacao...

-Perdón... Es que no está aquí. -De repente se apagaron las luces, aunque pronto se volvieron a encender. -Menos mal que solo ha sido un pequeño apagón... -Susurró mi amiga. -Volviendo al tema, ¡Nare no está es casa!

-No seas tonta... Probablemente se quedó toda la noche con Jorge.

-¿Nare? ¿Durmiendo con un chico? ¿Sin avisarnos? Venga ya Kira... ¿Seguro que no estás borracha?

-Yuri. -Dije seriamente mirándola a los ojos. -Ya tiene 19 años. Es completamente normal que halla pasado la noche con un chico y se le halla pasado avisarnos...

-No, Nare no.

-Seguro que está a la hora de la comida. Da igual lo mucho que te preocupes, eso no soluciona las cosas ni hará que nuestra amiga vuelva. Además, seguro que está perfectamente. ¿Vale? Ahora mismo no puedes hacer nada por ella...

-En realidad sí, te puedo demostrar que ella no está con Jorge...

-Bien, adelante. -Nada más terminar la frase, Yuri me cogió de la muñeca y me llevó hasta la casa de color rojo que estaba cerca nuestro donde supuestamente vivía el chico. Llamamos a la puerta y pronto nos abrió una chica muy guapa con una gran melena pelirroja.

-Buenos días, ¿Vive aquí Jorge? -Preguntó mi amiga. La chica nos miraba con cara de incredulidad.

-¿Porqué? -Dijo en tono desagradable.

-Verás, pensábamos que nuestra amiga estaba con él.

-Eso es una locura, porque Jorgi no ama a ninguna chica que no sea yo.

-No quisimos decir eso. -Dije con un suspiro. -Solo queríamos saber si ha pasado aquí la noche.

-No... Espera... ¿Está con otra chica? Pff... Pero qué digo, si es vuestra amiga seguramente no sea nada del otro mundo...

-¿Segura?. -Dijo Yuri en tono serio. Me encantaba que se pusiese así... Se avecinaba tormenta chicos... -Nuestra amiga ha desaparecido con el amor de tu vida que probablemente ni siquiera sabe que existes... De hecho, probablemente Nare ha pasado toda la noche con Jorge... ¿Estás segura de que no escuchaste ningún "Oh, sí Jorge, dame más... Ah!"?

-Bruja. -Dijo la pelirroja con los ojos llorosos mientras nos cerraba la puerta en las narices. Yuri se empezó a reír de forma diabólica.

-¡NADIE SE METE CON MIS AMIGAS, PUTA! -Gritó. ¿Qué haría con aquella chica? -Ya ves, nuestro Jorge no ha pisado su casa en toda la noche, y Nare tampoco... ¿Sigues pensando qué están bien?

-Oye... Démosles hasta el mediodía, y si aún no han vuelto, haremos algo ¿Vale? 

-Vale.

-Por cierto... ¿Te suena de haber visto una trampilla en la cocina?

-¿Qué?

-Es que ayer Leo también desapareció y...

-¿Y a qué estás esperando? Sabes bien que esto no es nada bueno... ¿3 Personas en la misma noche? Kira... Esto no me gusta nada.

-Ven. -Dije decidida. Fuimos hasta la cocina, pero donde se suponía que tenía que estar la trampilla había una pequeña alfombra. La levanté y... ¡Sorpresa! Cemento.

-Kira, ¿Qué es esto? 

-No tengo ni idea, pero estoy segura de que debajo de este cemento hay algo. -Cuando dije esas palabras Yuri se acercó a donde estaba y se puso a dar pequeños golpes con el puño en el cemento mientras acercaba su oreja.

-¿Cómo supiste que aquí había una trampilla? Porque esto está hueco, lo que significa que ahí debajo hay algo...

-Entonces tenemos que quitar ese cemento.

-¿Chicas? ¿Qué hacéis? -Preguntó Aiden entrando en la cocina. Las dos nos quedamos mirándolo sin decir nada un buen rato porque... - Cosas de chicas, lo pillo... -Dijo volviendo a marcharse. Mierda, no había podido contestarle porque había entrado así sin más sin camiseta... Me pilló desprevenida... Se supone que me tendría que acostumbrar a este tipo de cosas, pero es que mi maldito novio tiene el cuerpo de un dios del olimpo...

-Piensa en la biblia... Piensa en Jesús... Piensa en Dios... -Susurraba Yuri- A la mierda, me voy derechita al infierno... ¿Cómo tiene ese cuerpo? -Preguntó mi amiga. Yo solo me encogí de hombros. Coloqué esta conversación en "conversaciones embarazosas que te perseguirán toda tu existencia" justo debajo de la que tuve cuando hablé de sexo seguro con mi profesor de biología...

-Oye... ¿Cómo se supone que vamos a entrar ahí?

-Fácil... ¿Tienes una motosierra?

-Yuri... Sin ánimo de ofender, pero no te dejaría una motosierra ni aunque fuera el fin del mundo...

-¿Porqué? -Dijo haciendo un puchero mientras ponía voz de corderito. - Ya soy mayor.

-No, no lo eres. ¡AUDREY! -Grité yo. Cuando se trataba con cosas como estas se requería ayuda profesional, y como no la teníamos, había que llamar a nuestra querida Audrey... Y aunque fuese la más pequeña de las cuatro, era la única que nos podía ayudar con aquel tipo de cosas... Pronto, nuestra amiga se hizo presente en la cocina.

-¿Qué pasa? -Preguntó ella.

-Necesitamos ayuda, amiga.

-¿De qué se trata?

-Este cemento debe desaparecer. -Dijo Yuri señalando el cuadrado irregular.

-Bien. ¿Motosierra?

-Motosierra. 

Cinco minutos después teníamos un pasadizo abierto y un cuadrado de cemento.

-¿Qué diablos hay ahí dentro? -Preguntaron Yuri y Audrey mientras nos bajábamos las pequeñas escaleras.

-Bueno...

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FIN DEL CAPT. 9! Y SÍ, TAMBIÉN FIN DEL AÑO 2017... FELIZ 2018 Y GRACIAS POR LEER!

Cómo matar a un ángel  2Where stories live. Discover now