✴Iced Heart✴ Yoongi~

Parte 3 Yoongi

Entro a la tienda, está en mi barrio, el peor de toda la ciudad donde los robos suceden cada día, pero que se atrevan a acercarse a mí...

Cojo una pizza y voy donde las bebidas alcohólicas, dónde me encuentro de frente a la gótica, la cual está con una botella de cerveza. La miro de arriba a abajo y suspiro, vaya, ella también estropea su vida con el alcohol.

Cojo una lata de cerveza y una caja de tabaco, voy a pagarla y cuando salgo veo a un chico de muy malas pintas quitarle la botella a la gótica, lo que me jodería que me harían eso... Si se la quito al ladrón podré demostrar que puedo con los "chungos" del barrio.

Empujo al chico y le arrebato la botella, devolviéndosela a la chica pelinegra sin mirarla.

~

Después de comerme media pizza, me enciendo un cigarro, el cual fumo en la mierda de ventana que tengo, está rajada y a punto de romperse, pero no pienso comprarme otra.

Observó cómo el humo sale del cigarro y se camufla con el aire.

Opino que todos tienen un pasado que olvidar, pero no todos llegan a hacerlo y acaban quedándose atascados sin poder avanzar en la vida.

Mierda, ¿Quién cojones llama a la puerta ahora?
Voy a abrir y veo a un chico rubio y sonriente, el cual tiene entre sus pequeñas manos un pastel de arroz, ¿Cuántos años tiene? ¿13,14?

—¡Hola! Soy tu vecino, Jimin, toma un pastel de arroz—me lo da y lo acepto solo porque tiene buena pinta.
—¿Has terminado ya?—pregunto impaciente porque me deje en paz.
—No. ¿Cómo te llamas? ¿Cuántos años tienes? ¿Vas al instituto?
—A ver, a ver, Jimmy...
—Pero me lla...—le interrumpo, me da igual como se llame.
—¿A ti qué te importa todo eso?—pregunto.
—Mucho, quiero ser tu amigo.

Harto de él y su estúpida sonrisa le cierras en la cara, ¿Amigos? Ja, no se lo cree ni él.

Me siento en el sofá y enciendo la televisión, mierda y más mierda, joder no sé ni para que la compro.

Decido irme a dar un paseo para conocer un poco esta mierda de ciudad.
Voy por el barrio, en el cual todo el mundo tiene mala pinta, seguro que la mayoría son ladrones. Veo a una chica de pelo castaño con las puntas rosas, un escote exagerado y minifalda.

—Mira, ¿Nuevo, eh?—dice mientras me mira—y qué bueno estás, ¿Cómo te llamas?
—¿Qué te importa?—digo al sentirme agobiado y me voy.

Salgo del barrio y veo un parque en el cual no hay mucha gente, solo un grupo de chavales. Paso por delante de ellos, tienen muy mala pinta, les miro y me miran con mala cara.

—¿Pasa algo enano?—dice un chico de pelo negro y bastante alto.
—Lo mismo digo—respondo sin ningún miedo.
—Mira, uno que quiere problemas—otro gilipollas pero más bajito.
—Los problemas los queréis vosotros—digo desafiante.
Los dos anteriores y uno que no ha hablado se levantan.

—Escucha mierda, nosotros mandamos en este parque, y como nos toques los cojones acabaremos contigo, ¿Entiendes?—dice el más alto agarrándome de la camiseta.
—Suéltame payaso—ordeno.
—¿Cómo?
—PAYASO, ¿Estás sordo?—pregunto muy serio.

Me suelta de un empujón haciendo que caiga al suelo, pero me levanto al instante, aunque vuelvo a caer cuando me da un puñetazo en el estómago, me quedo ahí dolorido, y cuando me va a dar una patada aparecen otros tres chicos.

—Eh tú, fuera de aquí—ordena el más alto, el cual tiene el pelo rubio casi blanco teñido.
—¿Por qué?—pregunta el que me ha dado el puñetazo.
—He dicho que fuera—y sin rechistar se van.

El otro chico, de pelo negro me ayuda a levantarme, es más bajito pero me supera.
—Mejor no te acerques a ellos, no siempre vamos a estar aquí—y se van.

Voy a casa, me tumbo en mi cama, estoy lleno de rasguños y tengo un moretón en el estómago. Hijos de puta.

~

¡Puta alarma! Pienso mientras la apagó tirándola.

Voy al baño, después de mear y enjuagarme los dientes me peino y visto, después me quedo un rato en el sillón con pereza. Cojo mi vieja mochila y voy hacia el instituto, mierda, no debí tardar tanto en salir, llego tarde.

Veo un grupo de personas y muchos murmullos. ¿Qué coño está pasando? Me meto y... Joder, siempre igual.