Parte 6 Yoongi

440 41 12
                                    

Me siento en un banco un poco más lejos del anterior, no puedo seguir, a estas alturas recordar esto es muy duro.
Pongo las dos manos en mi cabeza, rápidamente vuelvo al pasado, al sitio donde no quisiera ir jamás.

No les hagas caso, sigue tus sueños.
—Pero ellos me pegan, y yo, yo no puedo hacer nada.
—Te ayudaré como sea.
—No, te harán lo mismo.

Nunca supe que es tener cariño a alguien, ni si quiera a mi madre.

Suena el timbre, librándome de mis pensamientos.
Tengo que volver a clase... Que ganas... Ironía.

~

Vuelvo a la mierda que tengo llamada "piso".
Cojo un bote de fideos instantáneos y los hago en el microondas para después comerlos.

Tiro el envase a la basura y me tiro al sofá, ¿En serio voy a tener que estar con la gótica haciendo el gilipollas para un trabajo? Intentaré ser positivo pensando en que es la mejor que me ha podido tocar en clase. Eso creo.

A ver, tendré que limpiar para dar buenas apariencias...¿Qué coño digo? Que le den a lo que piensen, prefiero estar tocándome la polla.

Echo un vistazo a mi sala, muebles viejos, todo desordenado... Sigo sin saber cómo voy a pagar esta mierda de piso. Quizá pueda buscarme un compañero, ¿Quién? No me fío de nadie que se encuentre en este barrio... Esto de independizarme no ha sido tan buena idea.

Toco una melodía en mi piano, hace años que la compuse y es mi favorita. Lo único que me gusta en esta vida, aquel instrumento que me relaja y hace que olvide todos mis problemas.

Después de un rato vuelvo a mi sofá, me encuentro relativamente mejor y preparado para de alguna forma soportar a Jimin. O no.

Al fin escucho un timbre, descuelgo el teléfono y con la voz algo ronca pregunto.

—¿Quién?
—Ha-Haneul...—¿Siempre es así de nerviosa?

Sin decir nada más abro, escucho sus rápidos pasos caminar hasta mi puerta la cual abro cruzándome con su oscura e insegura mirada. Se queda ahí plantada, como si hubiera visto un fantasma.

—¿Entras o te quedas ahí?—pregunto impaciente, lo cual le sobresalta y con movimientos nerviosos cruza la puerta.

—Necesitamos una melodía—hablo acariciando mi viejo piano, el cual me ha acompañado durante mucho tiempo y ha estado ahí cuando más lo necesitaba para desestresarme.
—Podemos coger alguna de internet.
Suspiro, no tiene mucha imaginación por lo que veo, mejor lo hago yo.
—Bueno, déjamelo a mí, Jimin bajará en nada.
Asiente tan nerviosa como siempre, sigue parada, yo no entiendo que le pasa a esta chica.
—Pareces un mueble más, siéntate anda—ordeno algo más relajado colocándome en el asiento de mi piano.

Emito un leve suspiro, necesito inspirarme. Miro las teclas y hago un pulso con mi pie, tocando algunas notas que no encajan entre sí. Lo vuelvo a intentar, pero están a destiempo. Más y más veces, pero nada. Me rindo.

—¡Joder!—golpeo el instrumento frustrado, una de las cosas que más odio es no poder tocar una melodía correctamente.
—D-déjalo...—le miro, está temblorosa, como  siempre—quizá...Quizá no tengas i-inspiración.
Me sorprende el que haya hablado con más de una frase y voluntariamente. Antes de hablar me tiro al sofá.
—Pues odio no tenerla—digo decepcionado, es algo que me causa mucho estrés y hace que mi rabia se acumule dentro de mí.
Miro mi móvil, molesto, es tarde y ese maldito rubio no aparece.
—¿Dónde cojones está Jimin?—pregunto mirando el teléfono. La chica se queda mirando mi móvil observando mi fondo de pantalla. Lo bloqueo.

Varios minutos después suena el timbre, deduzco que es Jimin. Por fin. Voy a abrir y si, es él.

—¡Hola Yoongi! ¿Puedo pasar?
—Joder, pasa ya—subo el volumen de mi firme voz.
Jimin entra con una sonrisa, se sienta al lado de la gótica. Nunca me sale llamarla por su nombre.
—¡Hola Maneul!
—Ha-Haneul.
—Lo siento.
—N-no pasa nada.
Observo la escena divertido, Jimin se ha quedado con "Maneul" algo que molesta a la pelinegra, me resulta gracioso.

Vuelvo a mi viejo piano, intentando dejar mi mente relajada buscando una melodía, ellos están hablando entre sí, no hago caso de la conversación hasta que escucho mi nombre.

—¡Vale! Entonces harás algo muy sencillo, solo tenemos que esperar a que Yoongi piense una canción—ese estúpido Jimin.
—¡Joder, no me metas prisa!—me levanto y doy un golpe a la puerta enfadado.
—Tranquilo, tómate tu tiempo—¿¡No puedes dejar de sonreír ni un puto segundo!?

~

—¡Mierda! Definitivamente, no estoy inspirado—me rindo planteándome volver a golpear algo, pero no lo hago ya que al final voy a acabar rompiendo algún mueble.
—No pasa nada, Haneul, te enseñaré a bailar un poco, vamos a mi piso—¿En serio? ¿Y yo tengo que ir?
—¿Eh? V-Vale.

~

Estúpida gótica, estúpido niño sonriente.
Ahora me encuentro en el piso de Jimin el cual es amplio, me han obligado a venir, y no sé ni para qué.

—¿Por qué me habéis hecho venir?—sigo preguntando.
—Te he dicho que necesitamos tu opinión—responde el rubio sonriendo. Todo sea por la pizza que me ha prometido.

Vamos a una habitación amplia. es espaciosa y se puede escuchar algo de eco.

—Aquí es donde ensayo.
Va al ordenador que tiene apartado en una esquina y enciende los altavoces, pudiendo escuchar una melodía bastante suave pero debo de confesar que pegadiza. El rubio comienza a moverse, dejándose llevar, tenían razón, baila bien, es como ver arte en un museo. Disfruto viéndolo, aunque me cueste admitirlo.

—Ya está, ahora tú—dice Jimin agitado pero alegre.
—¿Qué?

Esto va a ser divertido.

✴Iced Heart✴ Yoongi~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora