✴Iced Heart✴ Yoongi~

Capítulo 13 Haneul

Suspiro. Necesito darme una ducha para pensar.

Si no estoy muerta es por algo y necesito descubrirlo. ¿Porqué? ¿Porqué sigo viva? Mientras aclaro mi champú reflexiono.
Han aparecido tantas personas en tan poco tiempo. Jimin, Hoseok, Jin, Namjoon, Yoongi. Ellos me han defendido, no entiendo, ¿Porqué defenderían a alguien como yo? Intento ponerme en su lugar pero sigo sin comprenderlo.

Termino de ducharme y con una toalla voy al espejo.

—Odio mi cuerpo, mi cara, me odio a mí. Es normal que me digan esas cosas, es lógico que me llamen "aborto", "mierda deforme".

Me tumbo en mi cama y miro al techo, ¿Debería dejar de pensar en todo? Quizá.
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¡No puedo! Es inevitable. Mejor escribo para desahogarme...

Después de un gran texto me siento aliviada, como si mis problemas se solucionarían a pesar de que siguen ahí...

Es tarde, así que ceno algo ligero y me voy a dormir.

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No tengo nada que recalcar del domingo, aburrido y sin nada que hacer más que limpiar y aguantar los llantos de mi madre junto a su botella de alcohol. Es así, siempre tiene algo de beber en su mano, es algo imprescindible en su vida.

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La alarma de mi móvil me despierta. La apago sin muchas ganas y comienzo a prepararme.

Me hago una coleta baja y me pongo algo sencillo y como siempre, negro.
Bebo un vaso de leche y después me cepillo los dientes.

Cojo mi pesada mochila y voy al instituto.

Antes de entrar alguien abre mi mochila y hace que se me caigan todos mis libros.

—¡Sorry!—ah, como no, Jisoo.

Comienzo a recogerlos suspirando mientras veo a alumnos pasar riéndose de mí.
Termino de colocarlos en mi mochila y alguien se acerca a mí. Yoongi.

—Maneul—¿Algún día se aprenderá mi nombre?
—D-dime.
¿Que querrá?
—¿Ha pasado algo en mi ausencia?
Creo que alguien se ha reencarnado en el borde pelinegro, ¿Acaso le importa si me haya pasado algo?
—N-no...—normalmente miento bien, pero con él... Con él no.
Me agarra del brazo mirándome.
—Dime la verdad, joder...—suspira, parece que está pensando sus palabras—confía en mí.
Algo vive en mí, uno de tantos recuerdos.

—Confía en mí, te amo de verdad.
—Confío en ti, pero no quiero que te odien...

Sé que podía confiar en aquella persona, pero... ¿Puedo confiar en Yoongi? Bueno, supongo que sí, total, él me ha defendido todas las veces que ha podido.

—Eh... Pues como siempre, supongo.
—¿Quién?—pregunta impaciente aún con su mano en mi brazo.
—¿Para qué quieres saberlo? ¿Acaso te importo? ¡Solo le importé a alguien una vez y no creo que pase de nuevo!—exclamo cabreada y harta—¿Porqué haces esto?
—¡Joder! ¿Cómo te hago entrar en esa pequeña cabeza que me importas de verdad?—niega con la cabeza, como si hubiera dicho eso sin pensar—déjalo.
Me suelta y se va, dejándome ahí, pensando.

¿Qué? ¿Le importo? ¿Pero porqué? Sé que solo sé decir "¿Porqué?". Es que realmente no entiendo nada de lo que pasa.
No soy nada en este mundo, ni si quiera en este instituto, ah, si, la más odiada, pero aparte de eso nada.

Suena el timbre, así que dejo mis pensamientos para otro momento y entro.

~

La clase es aburrida, como siempre, pero aún no me ha molestado nadie, aún.

Vuelve a sonar el timbre y salgo para ir al otro aula.
Me choco con Mark y JinYoung.

—Eh, mira por donde vas—el medio estadounidense me empuja.
—Eso, estúpido aborto—el castaño hace lo mismo y caigo dándome la espalda con una mesa.

Mi mirada se centra en el suelo mientras me quejo del dolor y cierro los ojos con fuerza.

Él, él está ahí como siempre, aquel pelinegro borde al cual le "importo". Les mete un puñetazo a los dos haciéndole sangre.

—¿Porqué la odiáis, eh? ¿Que os ha hecho? Es solo una maldita chica inocente, no la dejáis ni respirar... ¿Os gusta como se siente? ¿A qué no?—escupe y se acerca a mí—¿Estás bien?
—Asiento pero en mi cara se ve el dolor.
—Déjame ver tu espalda.
Niego, tengo marcas por culpa de mi madre. Suspira.
—Vamos, te llevaré a enfermería.
—No, n-no hace falta.
—¿Seguro?—asiento—bueno... Vamos a clase.
Me levanto y aunque me duele la espalda consigo llegar a clase, al menos el empujón no ha sido tan fuerte como para hacerme algo grave.

Estamos en clase cuando entra la directora.

—¿Min Yoongi?—el pelinegro le mira—ven un momento.

Mierda, no creo que sea nada bueno...