✴Iced Heart✴ Yoongi~

Parte 8 Yoongi

Después de acompañar a Maneul o como se llame, vuelvo a mi casa.
Después de ponerme el pijama viejo de mierda que conservo desde hace años, me tumbo en mi cama, donde todo se me acumula.

Hipoteca. Falta poco para que termine marzo, y aún no sé cómo voy a pagar, casi no cobro en mi mierda de trabajo, y me queda muy poco dinero ahorrado, lo justo para comer. Solo me queda tener un compañero de piso, seguro que en esta mierda de barrio alguien lo necesita también. Mañana buscaré.

Maneul o como coño se diga. Aquellas palabras se me clavaron en la mente "n-no creo que a mi madre le importe", ¿Que habrá pasado? ¿Cómo no le va a importar? Aunque no soy el más indicado para hablar, pero yo... Es distinto, creo.
Ella está pasándolo mal, con su madre, con sus compañeros, ¿Por qué es tan odiada?

—Menudo pringado.
—No vas a ser nada en tu puta vida.

Tenían razón... No sirvo nada, mi vida es una mierda, soy una mierda, no tengo a nadie no tengo nada, soy como algo inútil en el mundo, además de un estorbo.

Abro el cajón, creí que no iba a utilizar más aquello.

~

¡Puta alarma de mierda!

Abro lentamente los ojos y lo primero que veo es mi brazo, me he dormido sin siquiera curarlo. No han sido cortes profundos.

Creía que era fuerte, que había superado mi pasado, que independizarme me había servido de algo, pero no, por lo que veo sigo siendo el mismo débil con una simple coraza.

No me encuentro en condiciones de ir al instituto, no quiero enfrentarme al mundo hoy.

Después de lavarme la muñeca de sangre seca me quedo en la ducha.

¿Cómo un sueño se puede convertir en una pesadilla? ¿Por qué cuando quise salir de un agujero lo hice más grande? Creía que me había hecho de piedra pero estaba equivocado.
Todo es por su culpa. Ella hace que me acuerde de todo, ella es como mi pasado yo.

Harto decido salir de la ducha y después de ponerme una bata me hago un vaso de leche caliente.

Creo que lo mejor será tocar el piano, donde me olvido de todo o consigo desahogarme como se debe.
Toco las teclas suavemente y mi cuerpo se mueve ligeramente al ritmo de la melodía.
Pasan las horas como segundos hasta que es la una.
Me visto y seco mi cabello.
Me hago arroz para comer y dejo medio plato.

Decido que lo mejor será salir de esta mierda de piso, así que cojo una chaqueta y me voy a dar una vuelta.

Intento no cruzarme con nadie, pero entonces alguien se coloca a mi lado.

—Hey, ¿Qué tal?—son los chicos que me defendieron el otro día.
—Hola, muy bien.
—¿Sabes alguien que quiera compartir piso? Han desahuciado a Hoseok y necesita piso.
¡Joder, perfecto!
—Yo necesito a alguien que me ayude a pagar mi piso.
—¡Tío es genial, no voy a estar jodido!—dice el chico acomodándose su pelo teñido de naranja.

Vamos a mí piso, es una mierda, pero le servirá.

—Okay, pago la mitad y me conformo con dormir en el sofá—comenta con una sonrisa.
—De puta madre, podrás pagar, ¿No?
—Si...

Después de estar un rato hablando y estableciendo normas se van.

Decido quedarme en mi casa.
Un problema solucionado, por fin podré pagar la hipoteca. Me encuentro mejor así que me pongo a ver la tele.

—¡Yoongi!—es Hoseok.
Abro la puerta y lo primero que veo es su gran sonrisa, después una maleta la cual supongo que contendrá sus pertenencias.

Comienza a colocar sus cosas en un armario bastante viejo y malcuidado.

—Nunca he compartido piso con nadie, creo que será divertido—dice Hoseok, siempre alegre.
—Mientras no me molestes...

Me voy a mí habitación donde escribo nuevas melodías lentas para poder tocar cuando esté melancólico.

Entra el pelinaranja mirando lo que haces.

—¿Qué?
—¿Tienes cena?
—Mira por la nevera—dejo de prestarle atención.

Pasan las horas y mi estómago empieza a rugir, voy a ver que queda para comer.

Hoseok no está, supongo que se encontrará en el baño.

Abro la nevera y la veo prácticamente llena, con comida fresca.

—He visto que no tenías nada, así que te he comprado unas pocas cosas.
—N-no tenías porqué—digo al borde de las lágrimas. Quizá sea un pequeño gesto, pero con un gran significado para mí.