❇ 9.- ❇

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*Narrador*

Ése mismo día, cuando Yoongi se había ido, Jimin ni siquiera pensó en Namjoon. Sin siquiera saberlo, estaba furioso con él, tal vez porque había creído lo de Yoongi o sólo porque se le dio la regalada gana.

Jimin sólo paseaba por su habitación, mirando con curiosidad lo que había en los muebles que podían almacenar cosas. No encontró nada.

Quería encontrar las respuestas a sus dudas sobre el feto que encontró en aquella habitación. ¿De quién sería el niño?, ¿por qué no lo tuvo?, ¿y por qué a Namjoon le importa tanto?... ¿Acaso será de él?

Namjoon estaba en el mismo cuarto. Ya no estaba llorando, simplemente estaba sentado en el suelo, y con indiferencia miraba aquel piano.

Alma, quien ha servido a su familia durante muchos años, toca la puerta para hablar con él, pero no hay respuesta. La mente de Namjoon no estaba en la tierra. Por su cabeza pasaban miles de ideas y recuerdos que le torturaban de tan sólo pensar un pequeño detalle de estos. Cuando Namjoon lloraba, nada bueno le dejaba después. No, Namjoon no lloraba y se desahogaba. Namjoon lloraba, y al contrario, se ahogaba con sus propias lágrimas, incluso se intoxicaba con todas esas palabras crueles que siempre le decían desde que era un pequeño ser sin conciencia. Namjoon se autodestruía cuando lloraba. Y no lo hacía por gusto, de verdad que llorar no era de sus cosas favoritas en el mundo, pero, como era algo que casi nunca hacía, no podía retenerse cuando esto ocurría.

La sirvienta tocó una, y otra, y otra vez la puerta, recitando con su hermosa voz, el nombre de su amo. Por un momento, ella se había dado por vencida, pero luego, abrió la puerta, y al principio, creyó que estaba atorada, así que la empujó para abrirla, pero cuando entró, vio a Namjoon tirado en el suelo muy cerca de la puerta.

- ¡Cómo lo siento tanto!, perdón, no era mi intención, Señor Kim - dijo Alma alarmada. Namjoon sólo levantó un poco su mano, haciendo una señal de que guardara silencio.

Namjoon se levantó, se sentó en el suelo, aún sin expresión alguna y miró a Alma.

- ¿Ha pasado algo, Señor Kim?

Namjoon suspira y al menos ahora sus cejas ser curvean, para tratar de aparentar que se encontraba bien, perp la fija mirada de aquella mujer le hizo cambiar repentinamente de gesto, al que tenía un poco antes de que Yoongi se marchara.

- No lo sé, sinceramente no lo sé, Alma... - hizo una pausa tomando aire, conteniendo sus lágrimas - de verdad que me esfuerzo por ser una buena persona, y me esfuerzo por ayudar a otros, y sólo me lo agradecen de esta manera - entre sollozos, con una voz ronca, habló con trabajos el joven. - ... Y tengo tanta envidia de que él y Jimin se lleven tan bien... Tengo tanta rabia por Yoongi... Yo siempre lo he ayudado, siempre he intentado darle lo mejor, hacer que mejore su situación, y sólo jode su reputación junto con la mía, y piensa que todo lo que hago es por mí, pero no es así... Casi nada de lo que hago es por mí, y me frustra tanto el hecho de que él piense de esa manera...

- ¿y por qué se enoja si sabe que aquél hombre es un sordo y no sabe nada sobre usted? - reclamó Alma, hablando como una madre fuerte. - Ya sabe que Yoongi es un hombre inmaduro, y aún así sigue torturándose con lo que piensa. ¿A qué le llevará todo esto?, simplemente es absurdo, señor Kim.

- Si tan sólo supiera cómo hacer para que no me importe lo que diga...

- Si tan sólo tuviera una buena imágen de usted mismo no le importaría qué pensara ése hombre. Señor Kim, usted siempre ha sido un joven muy inteligente, inclusive en lo emocional, usted sabe cómo controlarse, pero, en momentos como estos, pierde el control y se derrumba, y todo por un simple detalle. - La sirvienta se incó y miró a Namjoon, secando con su pañuelo las lágrimas de su amo. - su familia lo aprecia mucho, y lo sabe. Tiene un gran empleo, y sus intenciones son buenas, así que, ¿qué mas dá si las demás personas opinan algo sobre usted?

🌹 Mi Pequeño Pies Ligeros 🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora