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*Narra Jimin*

Pasó la primera semana de aprendizaje, y tuve que cumplir con mi promesa de contarle de mi historia según lo que aprendí. Lo que Namjoon me pidió fue escribirle una carta y luego leérsela, describiendo de cómo me abandonaron, con detalles.

Iba caminando hacia la biblioteca, donde Namjoon me esperaba. Cada paso que daba era una razón más ponerme nervioso, pero después superé mi miedo, al ver la puerta de la biblioteca frente a mis ojos. Suspiré y toqué tres veces la puerta.

- Pasa - dijo Namjoon con una voz clara y fuerte. Abrí la puerta, y esta rechinó, dejándome ver a Namjoon sentado en un sofá mirando una de sus fotos. - Hola, ¿estás listo? - asentí y tragué saliva, avanzando lentamente hacia Namjoon, sin despegar mis ojos de él.

De nuevo, mis pasos me desmotivaban y creía que estos me traicionarían al llegar hasta él, y caería al suelo o tropezaría con algo valioso para él. Incluso que correría por mi cobardía por no querer contarle mi pasado que tanto me asusta. Me senté y la hoja que traía la sostuve con mis dos manos.

- ¿Listo? - Namjoon me preguntó impaciente.

- Claro. - dije sonriendo tranquilamente. Miré la carta y le dí una leída rápida con mis ojos al primer párrafo. Pude hacerlo bien en mi cabeza, así que podría hacerlo bien fuera de ella.

- Puedes comenzar - dijo él.

- Era verano del año 2010. Mi mamá me llevó... Me llevó a... A conseguir un regalo para la abu... Abulta... Abuela. - hice una pausa para ver el rostro de Namjoon, quien me observaba atentamente. Continué. - Fuimos a la plaza y después pasamos por el centro de Busan. Nos baj... Bajamos del autobús y caminamos hacia el basurero. Mi mamá estaba haciendo muchas llamadas por el teléfono público, y yo jugaba con los perros que estaban por ahí. No me puse a pensar el por qué mi mamá de repente se iba y regresaba. Luego, ella se acercó a mí. - esta vez me detuve porque, de nuevo, me dolió recordar. Tragué saliva y miré rápidamente a Namjoon para luego volver a mirar al papel. Los nervios volvieron gracias a la mirada profunda de Namjoon. - Mi mamá acomodó mi ropa, ama... Amarrándome las cintas de mis botas. Me dio un beso en la frente, y con claridad recuerdo que me dijo: "Tu abuela estará feliz de verte, eres su más grande regalo". Luego me dijo que ella, mi abuela, llegaría por mi más tarde, y se fue... Caminó hasta la parada del auto... Autobús, y se subió. - me detuve en seco cuando me di cuenta de que dos lágrimas resbalaron por mis mejillas, de nuevo, escapándose de mi voluntad por ser fuerte.

- Jimin... - dijo Namjoon y levanté la mirada.

- Estoy bien, en serio, no es de qué preocuparse, eso pasó hace mucho... - me limpié las lágrimas intentando hacer como si realmente estuviera bien. Namjoon me miraba fijamente, sin emitir algún sonido... Sólo se quedaba ahí, admirándome mientras me derrumbaba.

- Bien, Jimin. Sé que no estás bien, sé que te duele bastante, e incluso sé que te está yendo bien con tu tutor. - Namjoon se levantó para sentarse al lado mío. - Y, me gusta que, aunque nunca has recibido clases de redacción, sepas cómo escribir un relato. - Miró mi hoja donde tenía todo escrito, y sonrió al ver mis garabatos malhechos, mis intentos fallidos por escribir letras. - Me alegra que te hayas esforzado, pequeño. - despeinó un poco mi cabello y se levantó. Fue caminando por la biblioteca y se detuvo, luego regresó hasta mí con un libro en sus manos. - Necesitas practicar tu lectura. Te trabas mucho al leer, y eso sólo se corrige leyendo.

Namjoon con sus dedos largos abrió el libro, mostrándome un dibujo que el libro tenía en la primera hoja de este. Sonrió al enseñármelo, y luego pasó la página. Había unas letras que decían "Protocolo", y yo no sabía qué era eso.

🌹 Mi Pequeño Pies Ligeros 🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora