Fanfiction

Capítulo 5/4

"Andrea Lobos, Joseph Roger, Kca'lb, Eve Rachel, Stephen Drew..."

La lista de prisioneros se le hacia interminable, su castigo cuando descubrieron que no hizo nada en el allanamiento de la nave fue ese, separar a los rehenes por raza y utilidad. Los de camisas rojas poseen mas conocimientos de ingeniería y son excelentes en la seguridad, aunque son los mas propensos a morir; esto generaba que fueron los más vendidos.

Sigue leyendo la lista, los últimos tres rehenes recién capturados.

"Leonard McCoy, James T. Kirk, Spock"

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Recibe otro golpe en su estómago que le saca nuevamente el aire, haciéndole escupir sangre.

- ¡Ya, déjenlo en paz! - gritó el doctor McCoy, mientras observaba con terror a lo que había sido reducido su capitán.

Aquel ser de orejas puntas le miró con una enorme sonrisa que McCoy catalogó como maníaca.

- ¿Quieres ocupar su puesto, inútil? - le pregunta acercándose a él.

- ¿Cuál es el punto de dañarle si él no ha hecho nada contra ustedes, maldito duende?

El Romulano hizo una mueca y se acerca donde McCoy estaba esposado, arrodillado en el piso; tomando un látigo en el camino.

- Veo que los humanos son muy masoquistas, doctor. - dice al instante que le proporciona un latigazo en la espalda, haciendo que el doctor gritara de dolor.

- Y pensar que son parientes lejanos de los vulcanos - murmura McCoy cuando su respiración se controla. - prefiero mil veces a esos duendes lógicos que a psicópatas.

- Ese montón de robots se pueden quedar con su muy preciada lógica, lo bueno de ser sus descendientes es que también tenemos fuerza descomunal en comparación a los humanos, ¿Quieres ver?

Al instante, agarra del cuello al doctor, elevándole hasta que la cadena que colgaba de su pie se tensó todo lo que podía.

- Ustedes no son más que sacos de carne inservibles, una plaga en el universo.

La puerta de aquel cuarto se desliza, al instante que entra otro Romulano.

- Xar, deja de golpear a todos los humanos que atrapamos. - dice cuando le ve sosteniendo del cuello a uno de los prisioneros.

-Hay muchos humanos, son lo que menos necesitamos - gruñe mientras suelta a McCoy, quien cae tosiendo mientras se agarra el cuello e inhala fuertemente.

- Si, pero estos humanos en específico le sirven al capitán.

- ¡Maldición, C'ronte! - el romulano enverdece de ira, mientras el otro se acerca, quedando a escasos centímetros de su rostro. - Sabes que los humanos son una enfermedad para la vida, una bacteria. Se reproducen sin control, invaden y destruyen.

- Lo sé, pero estos humanos se dedican a explorar únicamente.

- ¡A acabar con culturas ajenas!

- De acuerdo - el tal "C'ronte" mostró sus dientes instintivamente en una muestra de ira - Te lo pondré de esta forma para que tu cerebro lo pueda digerir. Estos humanos y el vulcano son muy valiosos, si los vendemos bien, podremos retirarnos de la piratería a un planeta paradisíaco, ¿O prefieres correr el riesgo de volver a ser capturado por ellos? - gruñe mientras con un dedo señala al doctor y al rubio.

- Dijo... ¿Vulcano? - Jim levantó la cabeza escasamente, su rostro atiborrado de cortadas sangrantes, hablando con un hilo rojo escurriendo de sus labios.