Capítulo 13/12
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No lo podía creer...
Tan pronto escuchó la noticia, sintió que su mundo se derrumbaría. Si, era cierto, había terminado con él, pero ella jamás le desearía ese destino a nadie. Además, el Vulcano era su amigo y su historia con él sólo hizo que sintiera una punzada clavándose en sí, como un puñal en su pecho.
- Estoy seguro que está bien, hermosa - le susurraron en el oído, sacándola de su ensoñación. Era Scotty, estaba tras de ella.
- Hay que ser realistas - murmuró Nyota, sin voltearse a verlo - Si ya se llevaron a Spock, sería un milagro si logramos recuperar a Jim y a McCoy.
- Me duele mucho lo que le sucedió al comandante, pero no hay que perder la esperanza - respondió Scott con tristeza.
- Los miserables no tienen más remedio que la esperanza...
Scotty soltó una risa amarga.
- Así que tu le presentaste a Shakespeare a Spock.
Ella dio una sonrisa entre la tristeza... Si, así fue.
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Había logrado llegar a ingeniería, nadie sospecharía nada, porque es curiosa y siempre se la pasa recorriendo la nave. Ella puede sentir el comunicador en su bolsillo, su presencia se siente mas pesada de lo normal.
No suele estar nerviosa. Es ilógico estarlo, sin embargo, en aquel momento le era difícil apaciguar la pequeña tembladera en sus manos. Por esta razón tuvo que meter las manos en los bolsillos de su pantalón y por consiguiente, el comunicador es aún más tangible.
Su, ya de por sí veloz, ritmo cardíaco se encuentra en aumento y no le gusta.
Estaba escondida en un rincón ahora. No tenía nada más que hacer, que esperar.
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Puede que estuviera camuflado, pero la luz de aquel lugar delataba su sombra. El hombre con el phaser se percató de ésta, pero no dio señas de haberlo hecho, debía eliminar a la amenaza antes de que esta se de cuenta. Avanza lentamente, observando de reojo como la sombra le rodeaba, el propósito del intruso es, obviamente, llevarse al vulcano.
Puede observar en el suelo una jeringa vacía e identifica, gracias a la etiqueta, que era anestesia. Así que el intruso durmió a la doctora. Le entró una rabia. Quisiera lanzarse sobre éste y despedazarlo con sus propias manos. Pero eso no era inteligente, no aún. Vio la mano del vulcano donde se debía realizar el procedimiento. Estaba vendada. Se acerca y de un tirón, arranca la venda, provocando que vuelva a descender de esta gotas color esmeralda.
- No sé quien eres, ni qué quieres - dijo, mirando directamente al origen de aquella sombra. Sonrió con maldad - Pero aquí, mando yo.
Acto seguido, enterró uno de sus dedos en la herida, provocando un ligero espasmo en la cabeza del vulcano, casi imperceptible.
Lumm no podía dejar que siguiera lastimándole. Lo había visto, no sabía cómo, puesto que había soltado el comunicador en una estantería para que este no le delatara.
El hombre siguió hablando.
- Si pretendes llevártelo, morirás y él también. Tu único movimiento, es aparecer, levantar las manos y rendirte.
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Fanfiction
FanfictionEs el siglo XXIII y muchas cosas han cambiado, el contacto extraterrestre es cosa de día día, viajar al espacio es muy normal, entre otras cosas. Oh, pero hay cosas que aún se conservan del siglo XXI. ¿Como cuales? Sencillo. La escritura y lectura d...