Maldito destino...

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Guille en multimedia.

Guille en multimedia

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Alex.

Una semana más tarde...

Odio los lunes. Camino a las ocho de la mañana en pleno invierno por Madrid. No sé como no me da una puta hipotermia con el frío que tengo. Si miro la parte positiva hoy está el camarero buenorro, sí uno de mis compañeros es un pivon que te cagas. Se llama Ruben. Es alto, moreno de piel, con el pelo castaño al igua que el color de sus ojos. Y qué culo tiene dios mío. Andrea y yo siempre lo miramos cuando atiende hasta que nos obligan a volver a atender mesas. Andrea es la mayor loca que he conocido desde que vivo en Madrid. Ella es mi compañera de trabajo, con la única que me llevo bien, es sarcastica como yo, y también una borde, por algo nos llevamos bien. Y a las dos nos flipa Ruben, más en común ella y yo no podemos tener. Tras llevar una hora y media trabajando Andrea y yo nos paramos a mirar desde la barra a Ruben. Que morenazo de verdad. Que culo, que sonrisa, que pelo dios santo bendito. Es un dios griego. No se ni cual pero lo es. Llevamos más de diez minutos mirandolo y hablando de él, y el encargado viene a regañarnos ya que han llegado nuevos clientes a los que tenemos que atender. Andrea y yo ponemos los ojos en blanco y seguimos trabajando. Saco mi libreta y mi boli, y me dirijo a una de mis mesas sin mirar si quiera quien hay. 

- Hola, buenas ¿qué quieren tomar para beber? -digo y cuando levanto la vista me quedo flipando-

Esto es una puta broma pesada.

Observo a los integrantes de la mesa y respiro hondo. Inspira, suspira, Alex. Intenta tranquilizarte y no ser borde. Estas en el trabajo procura no serlo.

Con lo grande que es Madrid y estos dichosos gemelos tienen que venir a donde yo trabajo y en una de las mesas que yo atiendo.

- Hostia puta, Alex -dice Dani y se ríe- dejame una coca cola.

Me impresiona que aún se acuerde de mi nombre. 

Sus amigos piden los refrescos o cervezas mientras Jesús me examina una vez más y yo lo miro esperando que me diga que quiere de beber.

- Otra coca cola -dice y aparta la mirada de mí-

Me doy la vuelta, pongo los ojos en blanco y voy a coger sus bebidas para llevarselas a la mesa.

- No sabía que trabajabas aquí -me dice Dani con una sonrisa mientras pongo sus bebidas sobre la mesa-

- Ya no suelo dar ese tipo de información a gente que apenas conozco ¿sabes? -digo con una sonrisa sarcastica y pestaño para darme la vuelta y atender otras mesas-

- Ya no suelo dar ese tipo de información a gente que apenas conozco ¿sabes? -digo con una sonrisa sarcastica y pestaño para darme la vuelta y atender otras mesas-

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Canciones para ti {Gemeliers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora