Canciones para ti {Gemeliers}

Besos en secreto.

Amy.

Abro los ojos y no reconozco donde estoy durmiendo, me giro hacia la derecha y veo un tupe que reconozco enseguida, es Dani durmiendo placidamente, entonces recuerdo que nos quedamos a dormir en casa de los Oviedo anoche. Sonrío al recordar lo celoso que estaba anoche Dani. No sé cuando se dara cuenta de una vez que él es el chico que me gusta. Dani se da la vuelta hacia mi lado y posa su mano en mi cintura. Cojo el móvil y miro la hora son las diez de la mañana. Mi turno hoy empieza a la 12:30. Intento levantarme de la cama pero escucho como Dani se remueve a mi derecha y me acerca aún más a él. Tanto que noto algo que no deberia notar.

- Dani -lo llamo y él hace un ruido- venga Dani, que tengo que irme a trabajar.

Abre uno de sus ojos y me sonríe cual niño bueno. Y me acerca aún más a él posando mi culo en toda su... Creo que me entendeís. Lo empujo para alejarlo de mí y se ríe.

- Eres un cerdo Daniel Oviedo -le digo divertida y se ríe aún más-

- Mis fans no habrían puesto ninguna pega al estar como tu estabas -dice alzando las cejas divertido-

Pongo los ojos en blanco y me sonríe.

- ¿Te han dicho alguna vez lo guapa que estas por la mañana? -me pregunta mientras me mira fijamente-

- Claro -digo creida intentando que no se note lo nerviosa que me pone su mirada- no puedo decir lo mismo de tí -me río-

- ¿Ah si? -pregunta con una sonrisa mientras mantiene su mirada en mis labios-

- Si -digo y trago saliva-

Sabe como ponerme nerviosa. Así que yo tambien voy a ponerle. Nervioso, joder, nervioso, o eso creo. Mi mente no reacciona como deberia después de eso. Tras unos segundos en silencio, mi cerebro reacciona por fin.

- Dani, no he traído ropa de cambio, ¿podrias prestarme algo? -le pregunto mirandolo inocente y él traga saliva-

No sé si que me comporte así le gusta o le pone nervioso.

O le pone y punto.

Y ahí está mi conciencia.

Dani me da algunas sudaderas y algunas camisetas y traga saliva cuando ve que me voy a levantar la camiseta.

Como te gusta provocar.

Sólo a ratos.

- Oye, ¿te importa que me cambie aquí? -le pregunto y niega- pero eso sí, date la vuelta Oviedo.

Suspira fastidiado y se da la vuelta.

- Como te atrevas a darte la vuelta mientras me cambio -digo amenazadora y me quito la camiseta para ponerme la suya- 

Me río al ver lo grande que me queda y le digo que se gire. Se gira y se muerde el labio al verme. Sonrío y lo miro a los ojos. Se acerca hacia a mí y me coloca un mechon de pelo detrás de la oreja.

- ¿A ti todo te queda bien o que? -dice en un susurro y me encojo al notar sus manos frías en mi cintura por debajo de la camiseta-

Cuento mentalmente hasta diez una y otra vez pero es demasiado tarde para separarme cuando sus labios rozan los míos.

Daniel Oviedo ha vuelto a ganar.

Jesús.

Desayuno mientras veo a Alex hacerse un moño. Empieza a trabajar a las cuatroy le he dicho que la acompañaré al trabajo aunque insiste en que no. Le sonrío y ella se ríe.