Capítulo 10: A tu merced

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... La primera vez que lo ví, me desconcertó su mirada. Mis padres siempre me advirtieron desde pequeño que una mirada profunda y poco amigable, era sinónimo de peligro y siempre procure hacer caso; pero hoy, con trece años, yo, Otabek Altin, he comenzado a dudar de las palabras de mis padres...
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El aire se volvía pesado alrededor de los dos. Cada segundo que pasaban en esa intensa batalla de miradas, era como una tortura interna para cada uno. Justo en ese momento, frente a frente sentados en la sala, intentando con todas sus fuerzas hablar como personas civilizadas; justo ahí, intentando pero sin lograrlo.

Yuri estaba sorprendido e indignado, Otabek había usado esa frase tan propia de él, esa misma frase que usaba cuando quería dar un ultimátum. Por su parte, la cabeza de Otabek era una maraña de ideas y sentimientos encontrados, pero dadas las circunstancias, prefirió comenzar carraspeando para sacar a Yuri de su nube de mal humor.

-Yura... Perdóname por hacerte pasar por todo ésto, sé bien que te duele al igual que a mí pero debes entender que es lo mejor.- Yuri respiro hondo, intentando encontrar la manera de no recurrir a los insultos.

-Sigues repitiendo lo mismo, pero ¿para quién es lo mejor? No creo que sea lo mejor para mí, aunque puede que para tí lo sea.-

- Aunque te sorprenda, es lo mejor para ti. Créeme, sí seguimos así podría terminar peor... La cosa es... Es que tengo miedo Yuri, miedo a herirte.-

-¿A qué mierda te refieres? ¿Cómo podrías tú herirme? ¿A caso no soy una carga para ti?-

-Por supuesto que no. Yura, en un inicio pensé que dejarte sería fácil, pero ahora veo que necesito explicarte las cosas; escuchame muy bien por favor.-
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------------Flashback----------

Las cosas pasaron tan rápido que nisiquiera recuerdo completamente lo que ha pasado.

-Mamá... yo... ¿Qué he hecho?-...

Soy Otabek Altin, un chico kazajo de trece años que acaba de entrar en la división junior de patinaje artístico; y tengo un problema.

A pesar de ser mi tierra natal, Kazajistán representa un grave problema para mí. Tras un viaje al que fui a Rusia a la edad de cuatro años con mis padres y mi pequeña hermana Alina, quede fascinado con el patinaje artístico.

-¡Quiero intentarlo!- fue lo que le dije a mi madre y después de unos minutos de pensarlo, accedió a apoyarme con la condición de que fuera un buen niño durante nuestra visita al doctor. Durante un par de meses, mis padres me han hecho visitar a varios doctores y éste viaje es para eso.

Las personas en Kazajistán siempre me ven como sí fuera alguien raro, pero ¿qué puedo hacer? Sí quiero triunfar en el patinaje, ahora como junior, es necesario que aprenda lo básico del ballet, aunque sea un chico.
Mis compañeros de clase siempre están burlándose de mi solo por eso.

Después del incidente que tuve con un chico que se burlaba de mí, mis padres dijeron que lo mejor sería que estuviera fuera un tiempo, así que me enviaron a Rusia durante el verano para mejorar mis habilidades como patinador.

Los patinadores rusos son increíbles, los primeros tres días me pusieron en las clases de los juniors, pero su nivel es tan alto para mi, que los directivos han decidido cambiarme a la clase de los novatos.

Al parecer, las personas en Rusia son muy parecidas a las de Kazajistán. Hace dos días que tomo clases con los novatos y han sido muy crueles conmigo; pero no me importa, estoy acostumbrado a las burlas.

Al sexto día de mi estancia en Rusia, las cosas no han mejorado mucho. El ballet sigue siendo un problema para mi y las burlas de mis compañeros no han cambiado mucho; aunque acabo de descubrir que no es nada personal, pues acaba de llegar un niño desde Moscú acompañado del mismo entrenador Yakov, quien dirige todo ésto.

Mi madre siempre me ha dicho que no debo entrometerme en los asuntos de otras personas, pero realmente no creo soportar tanto. Los chicos de mi clase son muy crueles, pero ojalá lo fueran conmigo. Desde que llegó el chico nuevo, no han hecho más que molestarlo; por lo que he escuchado, se burlan de él por algo de su madre, que al parecer es una mujer famosa.

Han pasado dos semanas desde que llegué a Rusia. El ballet es un asunto perdido para mi, incluso el chico nuevo ha logrado adaptarse y yo sigo igual. Él si que me sorprende, en una semana ha logrado superar a todos los novatos de la clase; aunque eso sólo ha logrado que sean más crueles con él, al punto de decirle que el entrenador Yakov lo ha acogido por lastima, aún así, él no les toma importancia. Parece tan decidido, como si fuera un soldado.

Hoy he despertado muy motivado, así que llegué más temprano a clase de ballet. Al llegar al estudio, me sorprendió ver al chico de Moscú haciendo estiramientos. Intentando no ser una molestia, he comenzado a calentar al otro lado del estudio. Sin poder evitarlo, he estado observando al chico por más tiempo del que debería; y es que simplemente me sorprende su resistencia y esa mirada. Desde que lo vi por primera vez lo supuse, el tiene ese tipo de mirada que mis padres siempre dicen que atraen problemas; una mirada profunda y poco amigable, pero con algo más. Demonios, al parecer él se dio cuenta de que lo observo.

- Me da igual si creen que estoy aquí por lastima, sí así logro llegar a la cima, esa será mi manera.-

-----------Fin del Flashback-----------
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-Al día siguiente y con el permiso de mis padres, me fui a Estados Unidos para tomar un entrenamiento a mi manera. Nunca entendí el apoyo excesivo de mis padres, hasta que cumplí 15 años, siempre creí que ellos sólo querían deshacerse de mí.-

-¿A qué quieres llegar con ésto Otabek?-

-A que tengo tanto miedo a herirte porque tengo un problema, a la edad de cuatro años, después de golpear a un niño hasta dejarlo seriamente herido; fui diagnosticado con Transtorno Explosivo Intermitente, una enfermedad que me provoca fuertes estallidos de ira cuando me encuentro bajo mucha presión,los cuales me provocan una sensación de liberación. Aunque sólo había tenido dos episodios en toda mi vida, mi comportamiento en la pista fue gracias a eso; había escuchado que estos episodios también podían ocasionar placer aunque no lo creía, no hasta esa noche.- El rostro de Yuri era indescifrable, pero no tardo ni dos segundos en responder.

-¿Y?- Otabek por su parte, no podía entender lo que pasaba con su amado.

-Digo que herirte como lo hice... Lo he disfrutado. Es por eso que no podemos seg...-

-¿Y por qué no seguimos disfrutándolo?-
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------------Nota------------

Hola dramalovers!!! Lo sé, han pasado 84 años pero sigo viva.
No pienso mentir, por un rato perdí de vista la historia y por más que lo intentaba no podía escribir algo decente.

En fin, espero que hayan disfrutado éste cap, que ya estoy trabajando en el siguiente.

Nos vemos pronto!!!

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⏰ Última actualización: Jan 22, 2018 ⏰

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