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Natsu Dragneel.

Mire a Lucy, quien descansaba entre las sábanas completamente desnuda dejando ver algunos chupetones recientes en su blanca piel. Prarecia un ángel.

Mi celular empezó a vibrar y con sigilo me salgo de la cama, agarro el celular y contesto en el balcón.

- ¿Hola?

- Flamitas.

- ¿Que quieres cubitos? Aquí es de noche ya.

- oh, no lo había pensado... Supongo que en unos... - Me quede sin habla.

- ¿Unos?

- No lo sé, después vuelvo a llamar, adiós. - Colgue.

Habia olvidado ese pequeñísimo detalle, tenía que volver a mi país natal a seguir con mi empleo y familia, pero no quería,queria quedar con Lucy.

Lucy, ¿Como reaccionará cuando le diga? Quizás, si me voy sin decir nada no sufra, así tampoco yo sufro el adiós. Pero Podría odiarme.

Mis pensamientos son callados cuando unos finos brazos me envuelven sintiendo los senos apoyados en mi espalda.

- ¿Esta todo bien? - Lentamente fue depositando suaves besos en mi espalda dándome un sentimiento reconfortante. Me di vuelta para mirarla a la cara dándome cuenta que aún seguía desnuda.

La envolvi en un abrazo y bese su cabello - Todo bien..

Lucy Heartfilia.

Cuándo desperté había sentido un vacío, el otro lado se la cama estaba completamente vacío y el frío se empezaba a hacer presente.

Sin importar mi desnudez me levante se la cama para luego sentirme mareada y unas repentinas náuseas. Ignorando mi malestar camine por la casa buscando  Natsu hasta que lo encontré en el balcón con la mirada perdida en la noche.

Lo abrace por la espalda dejando besos en ella con suma delicadeza, luego de preguntarle si estaba bien y recibir una pregunta afirmativa, ambos entramos nuevamente a fundirnos otra vez entre las sábanas.

Las primeras dos semanas fueron pasando lentamente, volví a trabajar en el hospital y en la cafetería, las presentaciones como Maga Celestial empezaron a aumentar a tal punto de no tener tiempo para descansar, aunque obviamente le daba tiempo a Natsu.

Natsu, ha estado algo raro, un poco distante, por más que le pregunte me dice que esta bien, aun cuando lo le crea lo dejo pasar porque se que me dirá luego que me ocurre.

Por otro lado en esas semanas me di cuenta que mis malestares no eran normales, al igual que mi extraño antojo por comida había aumentado.

Ahora estaba en el cubículo de baño de la cafetería contando las semanas que se me había atrasado la menstruación junto con la primera vez que me acosté con Natsu. Sin protección.

Frente a mi descansaba el test de embarazo mientras que Levy estaba afuera esperando alguna respuesta de mi parte.

Tengo tres semanas de atraso, hace casi cuatro semanas me acosté con Natsu, hace casi tres semanas me debió haber llegado la menstruación, hace tres semanas estoy con dolores.

Con las manos temblando miro mi test, rezado al de arriba que sea negativo, una sola rayita.




































































































Mierda.

Baila otra vez. [Nalu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora