Capítulo 2- Acercamiento

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Capítulo sin beteo así que, de antemano, disculpen cualquier error que se me haya escapado.

Disclaimer: La saga Crepúsculo pertenece a Stephanie Meyer, yo solamente me divierto con sus personajes, ya que me enamoré de ellos. Esta historia es una idea mía y ahora la comparto con ustedes.

Capítulo 2 — Acercamiento

Tras mis días de descanso, ahora me encontraba delante del hospital, respirando hondo para calmar mis nervios y repitiendo el mantra: "es sólo un mes, tú puedes". Respiré una vez más y me dispuse a caminar hacia la entrada de los funcionarios. Cuando adentré en los vestuarios para cambiarme la ropa me encontré con Alice que ya estaba al tanto de mi decisión, la había llamado por la noche como le había prometido, conversamos por cerca de una hora; ella me apoyó y me dijo que estaba haciendo lo correcto, que huir no resolvería mis problemas, que sólo los postergarían para más adelante.

— ¿Lista? — Indagó ella en el instante que me miró.

— No, pero no tengo otra alternativa.

— Tranquila todo va a salir bien, lo presiento — dijo como si supiera algo que yo no.

La miré achicando los ojos.

— ¿Qué? — Dijo al ver mi expresión.

— ¿Sabes algo que yo no sepa?

— Por supuesto que no, llámalo intuición — me estaba escondiendo algo, pero conociéndola como la conozco yo, sé que solamente soltará el cuento cuando quiera.

Rodé los ojos, haciendo plegarias a Dios para que todo saliera realmente bien.

El miércoles empezó algo ajetreado, así que llegué a la pediatría había varias emergencias, un niño de dos años había tragado una moneda; una niña de nueve meses que intentaba salir de su cuna, cayó en el intento y ahora se encontraba con una sospecha de traumatismo craniano, entre otros casos más sencillos. Durante las próximas tres horas me envolví totalmente en mi trabajo, olvidando por un tiempo la existencia de Edward en aquel sitio, que por lo que supe estaba en el centro quirúrgico auxiliando uno de los nuestros cirujanos, en un procedimiento más simple de que el de Gabriel. Pero lo bueno pronto se acaba, a las diez, mientras rellenaba algunas informaciones en el historial de enfermería de uno de mis pacientes mi pesadilla hecha hombre surgió.

— ¿Doctor Cullen, desea algo? — Preguntó la enfermera Stanley. — Al oír que nombraba su nombre mi corazón de pronto empezó a cabalgar en mi pecho. No sé si era impresión mía pero ella usó un tono de voz demasiado amable para hablar con él, uno que yo nunca había oído antes.

— Gracias Stanley, pero necesito hablar con la enfermera Swan — le cortó él.

Yo, que hasta entonces tenía mi cabeza baja rellenando la papelada, la erguí para toparme con dos mares verdes.

— Permiso entonces — dijo ella algo apenada y salió.

— ¿En qué puedo ayudarle, doctor Cullen?

— Necesito hacer unas pruebas al niño Morgan, antes de la intervención, he decidido postergar la cirugía para el viernes, así tengo tiempo para solicitar algunos exámenes que creo necesarios.

— ¿Algún problema? — Indagué preocupada por la salud de Gabriel.

— No, sólo me gusta ser precavido — explicó él. — Pedí a una técnica que le colectara las muestras que necesito ahora, pero Gabriel se niega a que cualquier enfermera se le acerque a no ser que ésta sea usted, enfermera Swan, principalmente porque sabe que hoy es su día de guardia.

Hay díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora