Capítulo 7- Entiendiéndonos

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Capítulo sin beteo así que, de antemano, disculpen cualquier error que se me haya escapado.

Disclaimer: La saga Crepúsculo pertenece a Stephenie Meyer, yo solamente me divierto con sus personajes, ya que me enamoré de ellos. Esta historia es una idea mía y ahora la comparto con ustedes.

Capítulo 7 — Entendiéndonos

"Seguramente si nuestro afecto es recíproco, nuestros corazones se entenderán. No somos un par de chiquillos para guardar una irritada reserva, ser mal dirigidos por la inadvertencia de algún momento o jugar como con un fantasma con nuestra propia felicidad."

(Persuasión, Jane Austen)

Escuchaba a lo lejos un sonido molesto que perturbaba mi sueño, despertando completamente percibí que se trataba del timbre de mi puerta.

— ¡Ah! Santo cielo, quién perturba a estas horas de la mañana — me quejé al ver la hora en el reloj sobre la mesita de noche. — ¡Siete horas!

Me levanté rápidamente, pero tuve que volverme a sentarme, pues un fuerte mareo se adueñó de mí. Respiré hondo, el timbre seguía sonando, me levanté despacio, y esta vez pude caminar normalmente, fui a paso lento hasta la puerta, miré por la mirilla, Edward.

— Son las siete de la mañana, Edward — dije así que abrí la puerta.

— Lo sé — contestó. — ¿Puedo pasar?

— Sí — suspiré.

Cerré la puerta y me volví hacia él que estaba de pie en el medio de la sala.

— ¿Y? — Indagué.

— Precisamos conversar.

— Esto ya lo daba por hecho — contesté con aspereza.

— No despertaste de buen humor — observó él, parecía más divertido que molesto por mi manera de recibirlo.

— Lo siento, todavía me muero de sueño y ayer por la noche tuve que reflexionar sobre muchas cosas — le expliqué.

— No te preocupes, yo estaba ansioso por verte y aclarar todo; terminé por llegar demasiado temprano.

— Yo también deseo aclarar todo, siéntate, vamos a conversar — le pedí.

Me senté en el sofá de dos plazas y él se sentó a mi lado.

— Yo quería...

— Shhh... déjame hablar primero — le interrumpí, poniendo mis dedos sobre sus labios, él asintió. — Tal vez cuando te expliqué que era temprano para retomar nuestra relación del mismo punto en que estábamos a cuatro años atrás no supe utilizar las palabras adecuadas y terminé por causar dolor en ti y en mí. Edward — expliqué mirando sus ojos — jamás, escúchame bien, jamás consideré nuestra noche de amor como solamente un momento de pasión, hicimos el amor. Si me contentara sólo con tener un momento de pasión, no hubiera estado cuatro años sin tener relaciones, ya sabes que no hubo nadie más en mi vida.

— Lo sé, Bella, y ya te lo dije, también no hubo nadie en mi vida, aunque lo haya intentado. En los primeros meses casi me vuelvo loco sin ti, y tenté de alguna forma olvidarme de nosotros, por eso empecé a tener citas a ciegas, encuentros de una sola noche que amigos de la universidad me arreglaban, sin embargo, cada vez que estaba cerca de pasar a algo más con una chica sentía que te estaba traicionando y esto me abrumaba tanto que no podía seguir, luego desistí de esta idea y me enfoqué totalmente en mis estudios y así se pasaron los últimos cuatro años. Sé que también te asusté cuando dice que debíamos retomar nuestra relación del mismo punto — asentí. — Discúlpame — pidió.

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