Ponele que secretos || Selección Argentina ✔

Capítulo 19 » Cosas nuevas.

— Y si intentamos tener una relación... — propuso Ezequiel mientras hacía masajes en los hombros del jefecito.

— ¿Q-que? — estaba sorprendido. Ezequiel sabía que el amaba a Lionel, ¿Por qué lo propondría algo así?

— Yo sé que estás hasta las manos con Leo — suspiró — pero lo podemos intentar, que se yo. Igual saldrias ganando, o Leo se pone celoso o esto funciona.

— Si Pocho pero no es tan fácil.

— ¿Por qué no?

— Porque nunca estuve con un hombre — admitió un poco avergonzado.

— ¿Y? Para todo hay una primera vez. Vamos a tus tiempos, sin apuros.

— Bueno. — acepto aunque un poco dudoso aún el 14 de la selección.

No muy lejos de la reciente pareja se encontraba Gonzalo Higuaín junto a aquella mujer que odio por un largo tiempo. Micaela. La ex amiga de su ex novio.

— Me gustas — admitió sin pensarlo la hermosa mujer.

— ¿No te gusta el Pocho? — preguntó confundido.

— No, ya no.

Sin siquiera darse cuenta, Micaela se acercó lentamente a Gonzalo y apoyó sus labios en los del otro. Al cabo de unos segundos se estaban besando como si no hubiera un mañana. Nunca había pasado por la cabeza de Higuaín tener una relación con ella, pero al parecer un beso era suficiente para cambiar su opinión.

En otro lado del hotel, para ser más precisos en la pileta ambos jugadores delanteros comenzaron a platicar bastante acaramelados.

— Hay gente, Leito — dijo el Kun tratando de separar al 10 de arriba suyo.

— Ya no me importa Kunsi, te amo y quiero que todos sepan que estamos juntos. Que sos mío.

La ternura que Lionel generaba en Sergio era impresionante, siempre que decía algo cariñoso el otro se quedaba embobado con una gran sonrisa en sus labios.

— Y vos sos todo mío, pulguita — contestó pícaro, besando con amor a su novio.

Sus compañeros allí presentes miraban la situación sin decir nada. Al parecer era natural ver que entre ellos los jugadores tenían una relación.

Kiara por su parte, observaba con cierto orgullo y envidia a la pareja. Quizás su mejor amiga tenía razón y ella estaba comenzando a enamorarse de Agüero. Sin embargo, no era el único que se robaba sus pensamientos. Marcos Rojo con su sentido del humor y sus pequeñas cosas de nene infantil generaban una gran ternura en la rubia.

— ¿Querés tomar algo? — preguntó Marcos cómo todo un caballero parándose a su lado.

— Bueno dale. — accedió gustosa.

Ambos se adentraron en el hotel y compartieron una linda tarde. Con algún que otro piropo por parte del jugador que no podía disimular lo enamorado que lo tenía la hermosa mujer.

Nunca habían compartido una tarde juntos, en realidad nunca habían tenido mucho contacto entre ellos, pero a veces estaba bueno probar cosas nuevas.