-No entiendo qué pasó, según yo todo estaba bien entre nosotros- dije mientras se me escapaba un sollozo. No podía creer lo que había pasado, en un instante estábamos disfrutando los dos de una película abrazados y al otro él había decidido romper conmigo, porque le gustaba otra persona, simplemente sigo sin creerlo.
-Ya, tranquila, verás que poco a poco lo habrás superado- trataba de consolarme por teléfono mi amiga Yerin- lo siento amiga, pero tengo que colgar, mi jefe viene justo para acá con una cara no muy feliz, te hablo luego- dijo rápidamente mientras colgaba, sin darme oportunidad de despedirme, no me molestó ya que siempre la metía en problemas por hablarle por teléfono cuando estaba trabajando.
Mi ruptura con HaeChan había pasado hace unas horas por mensaje, el maldito cobarde ni siquiera pudo decírmelo a la cara, estaba bastante indignada.
HC: ¿Quieres saber cómo se llama ella? 5:24 p.m.
Tú: No, y no sé porque te sigo contestando. 5:26p.m.
HC: Se llama Feliz Día de los Inocentes 5:27 p.m.
Creo que mi cerebro acaba de colapsar, ¿es en serio?, me dejó sufrir estas horas, pensando que realmente habíamos cortado y ¿me sale con esta broma?, no señor, estoy bastante enojada con él.
Llamada entrante de HC... 5 llamadas perdidas de HC
Si cree que le voy a contestar está equivocado, se pasó al jugar con esto, sabe qué hay cosas con las que no me gusta bromear. Sigo mi camino directo a mi casa cuando afuera de ella me encuentro sentado a la persona que menos quería ver en este momento.
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-¿Qué haces aquí? Por si no lo sabías estoy enojada contigo- digo tratando de evitarlo, pero está ocupando casi toda la entrada.
-Vamos (TN), era una broma, no sé cómo no lo notaste, si yo te amo demasiado para romper de esa forma tan tonta contigo-se levanta y trata de abrazarme- espera, ¿lloraste?- cuando dice eso trato de mover mi cara para que no vea mis ojos hinchados. -No, no, no, amor, perdón, en serio, perdóname, ay no, ahora me siento pésimo, no puedo creerlo, perdón- con cuidado empezó a repartir besos por mi cara. -Lo siento, en serio, fui un tonto, inmaduro y egoísta, no pensé que fuera a lastimarte, te amo mucho, ¿me perdonarías, por favor?- preguntó mientras me hacia esa cara de cachorro a la que nunca me puedo resistir, para ese momento mi enojo había desaparecido.
-Te odio, sólo si me compras helado- dije esbozando una pequeña sonrisa. -Hecho, es más todo un bote y dulces para acompañarlo-
