SUSAN P.O.V.
Hoy era esa fecha que en algún momento fue importante para mí, y tal vez para otras personas, pero me equivoqué porque creo que no es tan importante, sólo lo es para mí
-¡¿Por qué sigues atormentandote?! ¡Ellas son felices sin tí, por que tu no haces lo mismo y eres feliz!- ese es mi mejor amigo Lucian, pero bueno el tienes otros amigos y otras ocupaciones, pero siempre encuentra la forma de hablar conmigo, apesar de no convivir mucho.
Me había escondido en un aula a llorar, o bueno intenté esconderme, pero no funcionó
-Gina me llamó hoy en la mañana- suspiró pesadamente -hoy sería su aniversario de amistad, ella sabía que te ibas a poner mal, por eso te estaba buscando- no contesté nada, cuando Lucian me regañaba, porque eso hacía ahora, no podía contestarle, él siempre tenía razón
-Cuánto más te lastimarás, deja de preocuparte, consiguete un novio, busca nuevas amigas, o búscame, no lo sé, no me gusta verte así- dijo y me abrazo, por eso eramos amigos, porque él me entendía, y me protegía
-Lo siento- dije en voz baja aún abrazada a él
-Ya tranquila- contestó mientras acariciaba y besaba mi cabello, -¿quiéres una gelatina?- preguntó mientras me miraba, yo asentí varias veces emocionada, me encanta la gelatina
ALESSANDRO P.O.V.
Bueno, no me equivoqué, tal vez habían tenido un mal entendido como cualquier pareja y ahora se estaban reconciliando, claro por eso lloraba, por que más.
-Tipico de los jòvenes hoy en día- escuché una voz femenina junto a mí, giré mi vista y ví a una mujer esbelta, pelinegra; vestida con una falda negra entubada arriba de la rodilla, blusa de botones blanca de tres cuartos, si estuviera de casanova creo que ya me la hubiera piropeado, u otras cosas
-Si eso parece- dije admirando sus curvas disimuladamente
-Creen saber sobre el amor y la verdad son unos escuincles- dijo con, ¿desprecio?
-Tal vez- contesté cortante
-Así que tu eres el nuevo- dijo ya mirandome de frente mientras jugaba con su cabello coqueta -el italiano- dijo con una pizca de diversión
-Veo que los rumores aqui se corren rápido- dije sonriendo
-Las alumnas y sus hormonas, cuchicheos en los baños, lo clásico de las adolescentes- dijo de la misma forma que yo
-Si, clásico- en ese momento sonó la campana, avisando la reanudarisación de clases
-Nos veremos luego, Alessandro- se despidió diciendo mi nombre seductoramente
-Mujeres- murmuré para mi mismo.
Esperé en el mismo lugar mientras veía a mis alumnos entrar, y también mientras recibía miradas por parte de mis alumnas, al final la ví a ella, con la mirada puesta en el suelo, tal vez ahora podría descubrir algo sobre ella
-Buen día jóvenes, mi nombre es Alessandro Maxwell, y les impartiré la materia de literatura, espero que les guste leer, porque es lo que haremos durante todo el semestre- en cuanto dije lo de leer, pude escuchar varias quejas, ella estaba en silencio sentada en los lugares de el frente, primera fila, por así decirlo, mirando un punto fijo en el pizarrón
-Señorita...- me dirigí hacía ella
Me miró confundida, pero luego entendió-Susan, Susan Zuárez- completó
-Señorita Zuares, ¿le gusta leer?- dije mientras me recargaba en el escritorio y me cruzaba de brazos, mirándola y esperando su respuesta
-Si- musitó
-¿Mucho, poco, demasiado?-
-Hm, bueno la verdad mucho- ese es un buen comienzo...
