ALESSANDRO P.O.V.
-¿Crees que le guste?- pregunté a Fabregas mientras miraba el regalo
-¿No crees que es muy grande?- preguntó él
-Ella una vez me dijo que le gustaban los peluches grandes- aseguré
-Tal vez se refería a otra cosa grande- dijo señalando con la mirada mi entrepierna
-¡No seas pend*jo, Susan no es así!-
-Era una suposición- dijo alzando las manos en forma de disculpa -¿cuándo es su cumpleaños?-
-Mañana, sus padres le tienen una fiesta sorpresa-
-¿Puedo ir?-
-No, es una comida familiar-
-¿Crees caerle bien a tu suegro?- dijo en forma de burla
-¡Mi suegro!- no habia pensado en eso, había estado tan preocupado por encontrar un regalo adecuado para mi novia que había olvidado por completo el hecho de que conocería a mi suegro y mi cuñado
-Lo olvidaste- aseguró mi amigo
-Si, ahora estoy nervioso- dije mientras me dejaba caer en el sofá
-¡Ups!, lo siento- dijo encogiéndose de hombros
-Antes de todo eso, quiero hacer algo- dije levantandome
SUSAN P.O.V.
Después de las intensas lluvias mamá volvió de su viaje, pero después tuvo que volver, dijo que cabía la posibilidad de que no estuviera el día de mi cumpleaños.
No había visto a Alessandro los últimos días, sólo en clase, pero no nos hablabamos, de hecho llegué a preocuparme, pero ahora trato de confiar
...
Viernes, mi cumpleaños, recibí las llamadas de mis padres y hermano temprano, justo antes de ir a la escuela, papá dijo que tenían mucho trabajo pero que trataría de mandar mi regalo
Iba camino a donde siempre me reunía con Alessandro cuando dos personas me derribaron
-Creo que me rompí algo- reconocí la voz de Gina
-No encontraron una mejor forma para felicitarme- dije sonriendo mientras nos poniamos de pie, las dos se miraron y encogieron de hombros
-Te trajimos regalos- dijo Gina tratando de abrir su mochila en su espalda y terminò haciendo como un perrito cuando quiere morderse la cola, hasta que Lili la tomó por los hombros y la paró
-Wey, no seas pend*eja, quitate la mochila-
-Buen punto- dijo Gina mientras se quitaba la mochila, la abrió y sacó dos pequeñas bolsitas de regalo
-Esperamos que te guste- dijo sonriendo
Reí -gracias-
-Bueno nos vamos, cuidate- dijeron mientras salìan corriendo
Continué mi camino hasta la esquina, ahí estaba Alessandro esperando
-Te llevaré a tu casa, tengo algo más que hacer así que no podremos ir a la playa- dijo mientras subía al asiento del piloto
-Puedo caminar- dije un poco molesta por su actitud
-No vas a caminar, te llevaré a tu casa y punto- dijo en tono molesto mientras bajaba del auto y se paraba junto frente a mí
-No es mi culpa si tuviste un mal día, así que no tienes porque desquitarte conmigo suficiente tengo con mis problemas como para que...- no pude terminar porque me robó un beso, me tomó por la cintura y me alzó un momento del suelo después de bajarme rompió el beso y juntó nuestras frentes
-Nunca me había costado tanto trabajo llevar a una persona a su fiesta sorpresa- dijo
-¿Mi qué?- pregunté
-Vamos o llegaremos tarde, finje estar sorprendida- dijo mientras me tomaba de la mano para llevarme al auto
...
Cuando llegamos a mi casa todo estaba oscuro, Alessandro no me quizo dar más detalles sobre la fiesta sorpresa, así que no estaba totalmente segura de quienes iban a estar ahí, cuando abrí la puerta escuché un coordinado ¡"Sorpresa"!, mis padres y hermano estaban ahí, todos me abrazaron y felicitaron, pero no eran los únicos, había dos personas más, las reconocí al instante, miraban todo de lejos, en silencio y sin una expresión específica en su cara, me acerqué a ellas un poco dudosa
-Feliz cumpleaños- dijo una
-Gracias, no me lo tomen a mal, pero ¿qué hacen aquí?-
-Fuimos invitadas, y pues...es tu decimo octavo cumpleaños, es especial, supongo- murmuró la otra seria, creo no lo sé, lo que sé es que estan aquí...
