SUSAN P.O.V.
La claridad que entraba por mi ventana me hizo despertar, estoy segura que mi mamá fué quien abrió la cortina, tengo complejo de vampiro, me gusta la oscuridad y por eso siempre mantengo cerrada mi cortina a lo que mi mamá me regaña.
Soy del tipo de persona que si le despierta la luz o el ruido, se levanta de mal humor y veo feo a cualquiera que me dirija la palabra, por eso mi hermano me llama "amargada", pero para mí es fastidioso que apenas te estes levantando y te bombardeen con preguntas o comentarios.
Me levanté sin poder decidir otra cosa, me sentí extraña, miré mi cuerpo y noté que aún traía el vestido de anoche, acaso Alssandro no me pudo cambiar, tal vez me hubiera molestado con él al despertar y descubrir que me vió desnuda, pero hubiera dormido cómoda.
Fuí al baño, me quité el maquillaje ahora embarrado en mi cara, me quité el vestido y abrí el agua caliente, sentía como mis músculos se relajaban al contacto con el líquido, pensaba durar mucho rato ahí, pero mi estómago suplicaba comida
Salí del baño envuelta en la toalla, desenredé mi cabello, me puse mi ropa interior y una de las camisas viejas de mi hermano, no tenia ganas de ponerme nadamás, bajé las escaleras dispuesta a ir a la cocina y prepararme algo para desayunar, entré a la cocina mientras me tallaba los ojos, cuando los abrí tomé una cuchara y la lancé
-¡Auch!- dijo girándose mientras se sobaba la cabeza
-¿Alessandro?- dije sorprendida -¿qué haces aquí?-
-Bueno fuí atacado por una cuchara- dijo alzando mi arma improvisada, ahora que lo veía bien sòlo traía unos pans, que creo que son de mi hermano, su torso estaba al descubierto dejando ver esa tablita de chocolate que tanto me gusta admirar
-Admirando la hermosa vista- escuché su voz sacandome de mis pensamientos
-¿Qué haces aquí?- volví a preguntar
-Tu mamá me dijo que me quedara, no quería que te dejara sola-
-¿Mi mamá?- dije mientras me sentaba en el comedor
-Si, ¿te gustan los huevos revueltos?- dijo mientras jugaba con la sartén
-Si, ¿cómo hablaste con ella?-
-Bueno, me cachó cuando vine a dejarte y me invitó un café y estuvimos platicando- dijo encogiéndose de hombros mientras rompía los huevos
-Ah- dije solamente
-Me pidió que me quedara a dormir y en la mañana me habló para pedirme el favor- no contesté nada y esperé a que terminara de preparar el desayuno
...
-¿Qué les echaste?- dije después de terminar mi segundo plato de huevos revueltos
-Es secreto- dijo con tono misterioso
-Malo- dije enseñándole la lengua divertida, los dos reímos
...
ALESSANDRO P.O.V.
Llegué a la escuela, después de un excelente fin de semana; ayer Susan y yo nos la pasamos jugando "Turista Mundial", y yo le gané varias veces, a lo que ella argumentaba que era fraude.
Ella sólo estaba en una camisa y nunca pareció incomodarse por estar así ante mi presencia, hemos llegado a tenernos tanta confianza que ya no nos afectan algunas cosas
-Buenos día jóvenes- dije entrando al aula, y vaya que eran buenos, era el grupo de Susan
-De ahora en adelante veremos algo de poesía romántica un día por semana durante el semestre, quiero que, busquen libros en la biblioteca o de algún familiar o internet- dije mientras caminaba entre las filas de pupitres
-¿Poesía romántica?- preguntò un chico
-Si, que acaso ¿no han escuchado sobre poesía romántica?- dije incrédulo, algunos negaron con la cabeza
-Bueno les daré un ejemplo- me recargué en el escritorio justo enfrente de Susan, aclaré mi garganta -"Yo quisiera salvar esa distancia,
ese abismo de amor que no divide
y embriagarme de amor con la fragancia mística y pura que tu ser despide.
Yo quisiera ser uno de los lazos con que decoras tus ardientes sienes;
yo quisiera en el cielo de tus brazos beber la gloria que en tus labios tienes.
Yo quisiera ser agua y que en mis olas,
que en mis olas vinieras a bañarte para poder, como lo sueño a solas,
a un mismo tiempo por doquier besarte.
Yo quisiera ser lino y en tu lecho,
allá en las sombras con ardor cubrirte,
temblar con los temblores de tu pecho, y morir del placer de comprimirte.
¡Oh! ¡Yo quisiera mucho más! Quisiera llevarte en mí como la nube en su carrera para estallar y separarnos luego.
Yo quisiera en mí mismo confundirte, confundirte en mí mismo y entrañarte;
yo quisiera en perfume convertirte, convertirte en perfume y aspirarte.
Aspirate en un soplo como esencia, y unir a mis latidos tus latidos, y unir mi existencia a tu existencia, y unir a mis sentidos tus sentidos.
Aspirarte en un soplo del ambiente, y así verte sobre mi vida en calma, toda la llama de tu pecho ardiente y todo el éter de lo azul de tu alma.
Aspirarte, mujer... De ti llamarme, y en ciego, y sordo, y mudo constituirme, y en ciego, y sordo, y mudo consagrarme al deleite supremo de sentirte, y la dicha suprema de adorarte"- terminé, todos estaba en silencio, por completo
-Supongo que nadie sabe el nombre de este poema- como lo esperaba Susan alzó la mano -señorita Zuárez-
-Deseo de Salvador Diaz Mirón-
-Correcto- ví una mano al fondo
-Digame señorita- le dì la palabra
-Yo puedo cumplir sus deseos- dijo atrevida, de reojo pude ver como Susan se removìa en su lugar incómoda por el comentario, celos
-Le agradecería que no se atreva a volver a hacer comentarios como esos en mi clase, no habla bien de su persona y mucho menos del respeto que se tiene así misma. Y de todas formas ya tengo a alguien que cumple mis deseos- dije serio e inmediatamente la campana sonó
-Bueno muchachos ese es un ejemplo para que vayan investigando, nos vemos la próxima clase; señorita Zuárez espere un momento- todos salieron y ella obedeció, cerré la puerta
-¿Qué pasa?- preguntó
-Podrías pararte un momento- dije recargado en el escritorio, ya se me había hecho costumbre
-Ya, para qu...- antes de que terminara de hablar la besé, ese poema me había realmente dado el deseo de cumplir todo lo que decía y la actitud que había tomado Susan con ese comentario me había dado más razones, ella sentía lo mismo y no la iba a dejar ir...
