Mentiras expuestas

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Caminaba con desgano, algo en el le gritaba que volviera sobre sus pasos y se quedara junto al pelirrojo.

Pero no lo haría.

O, por lo menos, no en ese momento. Tenia algo que cumplir en nombre de su madre, únicamente por ella; su padre le daba igual, realmente no le había afectado su muerte.

El aire frío de esa tarde invernal golpeaba su rostro dejando sus mejillas entumecidas, su manos habían quedado protegidas de el frío gracias a los guantes en ellas, guantes que el pelirrojo le había regalado hace bastante tiempo.

-Quien diría que me dolería dejarte ahora - dijo al aire que reflejo su aliento.

-Quizás debió traer un suéter extra - comento una pelirrosa saliendo de una bodega.

-No, debió traer a papí Karma para que lo calentara de toda forma posible - comento un castaño corrigiendo a la chica.

-Gracias por la preocupación Bahar... ¡COMO QUE "PAPÍ KARMA" Y CALENTARME DE TODA FORMA POSIBLE!- respondió el peliazul con un considerable sonrojo en el rostro cuando capto las palabras dichas por su hijo.

-Abrigarlo... ¿No? - explico la inocente chica.

-Correcto Bahar; yo no se que cosas indebidas este pensando nuestro padre - dijo Sauri fingiendo la misma inocencia de la chica.

-Comienzo a creer que eres familiar de Karma...- murmuro el peliazul con un puchero.

-Bueno, quizás sea cierto - acepto el castaño - Después de todo, el es nuestro otro padre. ¿No? - pregunto entre risas disfrutando la reacción avergonzada de su tutor.

-¿¡QUIEN DEMONIOS DIJO ESO!? - exclamó alterado el peliazul, a quien ya se le habían subido por demás los colores al rostro.

-Todavía lo pregunta? - cuestiono Sauri como si fuese una pregunta demasiado obvia.

-Tienes razón... Lo matare realmente cuando lo vea... Como se atreve a meterle esas ideas a mis inocentes hijos - murmuro para si mismo mientras retomaba sus pasos - En fin. ¿Esta listo todo lo que les pedí? - les pregunto cambiando a una actitud mas seria.

-Si, Bahar ya a puesto todo lo necesario alrededor del edificio y uno dentro - informo el chico con la misma seriedad.

-Excelente, bien hecho hija - felicito a la pelirrosa que se emociono al recibir los elogios de su padre/maestro - fue fácil para ti? - le pregunto.

Sip! Nadie duda de una colegiala perdida - respondió ella como si nada.

-Has aprendido bien, pequeña -.

-Si, si... Las bombas también están preparadas y las cámaras han sido instaladas correctamente - informo Sauri metiéndose entre Nagisa y Bahar para mostrar ocho segmentos de imágenes diferentes en su tablet que cambiaban cada minuto - no hay ni un solo punto ciego para mi - alardeó.

-Excelente trabajo Sauri - le felicito revisando cada uno de las imágenes - entonces tenemos trabajo que realizar! - les dijo Nagisa sonriente mientras caminaba a la camioneta que usarían -(Sea cual sea el resultado, esto se acaba aquí!)-.

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Estaban dentro de una vagoneta blanca, justamente fuera de aquel edificio que albergaba el escondite de aquel ser  despreciable.
La pelirrosa se encargaba de ajustar las armas que su maestro usaría para infiltrarse, mientras que el castaño le mostraba los caminos mas seguros para andar.

Tras de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora