Veintiuno

981 92 3
                                    

—¿Estás bien?— se acercó rápidamente a mí.

—Di lo que tengas que decir.— dije de una manera fría, él solo me miraba preocupado.

—¿Te hicieron algo? ¿Te pasó algo?— siguió preguntando.

Me permití soltar una risa sarcástica.

—Como si te importara.

—Claro que me importas.— dijo exaltado.

—Si no vas a hablar será mejor que me vaya.— me levanté y me dirigí a dentro, él me siguió y tomó mi mano.

—Espera.— detuve mi paso.— Todo fue intencional.

Me volteé a verlo con una expresión de confusión en mi rostro.

—¿Qué? —pregunté incrédula—. ¿De qué hablas?

—Todo lo hice a propósito. El no hablarte, el ser distante y cortante contigo, el asunto de Eunha. Todo.— él cada vez se acercó más a mí.

—No entiendo. ¿Por qué? ¿Qué se supone que ganarías con eso?— pregunté molesta.

—Hye me tienes completamente loco por ti. Ya no encuentro alguna forma de acercarme a ti o llamar tu atención, solo pude recurrir a esto.

Me empezaba a molestar demasiado, ¿como es posible que se atreva a jugar conmigo de esa manera? ¿Acaso no tomó en cuenta lo que pude haber sentido yo? No creo que le haya importado mi opinión. Simplemente debió acercarse a mi y ya. Pero claro, a él se le hizo más fácil presionarme de distintas formas y luego pedir perdón ¿no?

Pues no. No se lo perdonaría.

—Já. Imbécil. — me solté de su agarre y seguí con mi camino.

—¿Imbécil? ¿Por qué? ¿Por decirte la verdad?—preguntó indignado.

—Por comportarte tan infantilmente y hacer tus estupideces.— respondí aún con enojo.

—¿Me estas llamando estúpido?

—¡Si! ¿Y qué? — exclamé. — Lo único que haces es confundirme con tu estúpido comportamiento y tus repentinos cambios de humor. Me tienes harta, no se lo que en verdad quieras pero estás Volviéndome completamente loca, ya no se que pensar sobre ti, siento que ya no te conozco...

De un momento a otro, él se acercó a mí en cuestión de segundos y capturó mis labios con los suyos en un beso. Lo tomé por los hombros, logré empujarlo y lo abofeteé. Seguí mi camino dispuesta a irme de ahí. No quería hablar más con él, estaba realmente enfadada.

Mark caminó a mí con grandes zancadas y me tomó por el hombro haciéndome voltear. Sujetó mis muñecas con firmeza, sin hacerme daño y volvió a tomar mis labios con los suyos. Intenté sacarme de encima sus manos pero me era imposible. Comenzó a mover sus labios a un ritmo el cual no me pude negar a seguir. Por un momento me perdí en su beso, era algo suave y tierno, no podía alejarme de él por más que quisiera, en verdad lo quería y no podía negarlo más.

—Estás hablando de más, cariño.— susurró a centímetros de mis labios.— Pero no es nada de lo que quiero escuchar.

—¿Y qué es lo que se supone que quieres escuchar?

Volvió a besarme pero esta vez castamente. Cogió mi mano y tiró de ella de nuevo a dentro.

—Ven conmigo.— pidió.

—No. No quiero.— dije.— Quiero irme a casa.

—Yo te llevaré a casa.

Volvió a tirar de mí y yo seguí negándome.

Always You [마크트안]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora