Nueve

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Al día siguiente

No había podido dejar de pensar en lo que dijo Jaebum, no estaba segura de sentir algo por Mark, solo me preocupaba por Jinyoung y lo que podría pasar entre nosotros.

Miré la hora y noté que era muy temprano, según mis padres, nos  iríamos con los Tuan a las 10:00 a.m. La noche anterior no tuve tiempo de organizar una maleta para el fin de semana, así que, sin perder el tiempo, hice mi maleta.

Una vez que terminé, decidí tomar una ducha, me vestí con ropa cómoda y luego bajé para poder desayunar algo ya que la noche anterior no había cenado y ahora tenía bastante hambre.

Entré al comedor y me llevé la gran sorpresa de encontrar a mis padres junto con Mark y los señores Tuan, no quise entrar con ellos y mucho menos hablar con Mark. Di media vuelta y traté de irme antes de que me vieran.

—¿Hye?— la voz de mi madre me hizo parar en seco.— Hyeyoung ven con nosotros.

Volví mi vista a ellos notando que tenía toda la atención.

—Ahm, no podré acompañarlos.— dije tratando de sonar lamentada.— Olvidé mi móvil en la habitación y tengo que ir por él.

Parecía ser que me habían creído y esperaba el momento para poder salir de la incomoda situación. El tono de mensaje emanó del bolsillo trasero de mi pantalón, atrayendo una vez más la atención de todos. Deseaba con todo mi ser, matar a la persona que me había mandado aquel mensaje. Sonreí nerviosa a mi madre.

—Ah, que gracioso, no olvidé mi móvil. Supongo que me quedaré con ustedes.

Jale una silla y me senté. Pude escuchar que Mark reía por lo bajo mientras me veía. Estúpido Mark. Pensé mientras lo fulmine con la mirada.

(...)

Las horas pasaron demasiado lento, ya habíamos llegado a la cabaña de los Tuan. Nuestros padres parecían divertirse mucho, a comparación de mí y Mark, ya que yo estuve leyendo un libro en todo el camino y él simplemente estuvo callado en todo el tiempo.

Faltaban un par de horas para el anochecer, yo ya había terminado de leer mi libro y estaba aburrida, fui con mis padres a la sala y me senté junto a ellos en el gran sofá que se hallaba en el centro de ésta.

—Creo que tenemos un problema.— dijo Raymond entrando.— No tenemos leña.

—¿Qué?— cuestionó Dorine.— Pero la última vez que vinimos había bastante leña ¿Como se pudo haber terminado?

—Pues no lo se, hace bastante tiempo que no veníamos. — dijo Raymond.

—Si quieren puedo ir a buscar algo de leña.— dijo Mark entrando, comiendo una manzana.

—¿De verdad?— preguntó Dorine con un poco de emoción en su voz. Él asintió.

—¿Puede ir Hye contigo?— habló mi madre.

—¿Eh?— cuestioné enseguida, yo no quería ir con Mark.

—Claro. No hay problema.— dijo Mark.

—Mamá yo...— proteste pero ella me interrumpió.

—Cariño ve con él, no te hará daño salir un rato al aire libre. Lo necesitas.

Sabía que no sería buena idea discutir con mi madre, y no me quedó de otra que salir con Mark.

Mark y yo salimos de la cabaña. Nuestros padres nos dijeron que nos diéramos prisa antes de que anocheciera pero Mark dijo que no tardaríamos nada.

Always You [마크트안]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora